El 22 de agosto de este 2023, el maestro Huberto Batis cumplió un lustro de haber trascendido. Ese día, Gonzalo Valdés Medellín me envió un mensaje, poco antes de la medianoche, diciéndome: “Catalina, falleció Huberto”. Fue una triste noticia que confirmé horas después. De momento no pude aceptar lo que se me decía, aunque sabía de las enfermedades del maestro Batis.
El 23 de agosto, justo cuando iba a salir de casa para dirigirme a la funeraria en donde lo velarían, me llamó José Luis Martínez S., director del suplemento Laberinto del periódico MILENIO, para solicitarme un texto alusivo a Huberto Batis. Pensé decirle que en ese momento no podría escribir absolutamente nada. Pero recordando el ejemplo del maestro, la disciplina con la que trabajaba, sin dejarse socavar por las tempestades del clima ni por el estado anímico de las situaciones, en pro del deber, le dije que sí, coloqué mi abrigo en el perchero y me senté, hecha un jirón, frente a mi computadora y escribí, escribí. El tiempo inexorablemente transcurrió. Envié por correo electrónico el artículo: “Adiós al maestro, al amigo”: “Ha llegado el momento temido, el que tantos no queríamos enfrentar. Ha pasado a mejor vida el que fue mi gran maestro desde la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y luego en la Redacción de sábado.” (…) (sábado 25 de agosto, 2018. Laberinto).
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Luego de enviar el artículo, me dirigí a la funeraria, al sur de la Ciudad de México. Llegué cuando al maestro lo estaban incinerando con “17 ejemplares de sábado”, comentó Eko (Héctor de la Garza), en un video realizado ahí. Al llegar encontré en los pasillos al pintor y dibujante Fernando M. Díaz Ero-Díaz con su esposa Elena Brown Guiness, a Eko, a Nedda G. de Anhalt. Y en la sala, a la viuda de Huberto Batis, Patricia González; a Gabriela Batis Muñoz, hija de Huberto, a sus dos nietas, y a otros amigos y familiares del maestro.
Mientras esperábamos en la sala, platiqué con la cronista Magali Lara, largamente, sobre nuestras colaboraciones en sábado y sobre todo de la gran pérdida que enfrentaba la cultura nacional. Tuve oportunidad de conocer a Rosa María Fajardo. Vi llegar a Gonzalo Celorio, a Pura López Colomé, con algunos de sus excompañeros de la Ibero, también alumnos del maestro Huberto Batis, y a infinidad de periodistas tomando notas para las distintas páginas de los diarios mexicanos que llenaron planas con la desafortunada noticia.
Para el suplemento La Cultura en México, de la revista Siempre!, le envié al editor Ricardo Muñoz Munguía: “Carta apremiante a Huberto Batis”, en la que, entre otras cosas, le digo al maestro: “Quisiera que tomemos las tijeras y que juntos, como en la Redacción de sábado, recortemos de los periódicos y de las revistas las noticias que testifican tu partida.
“¡Hagámoslo, Huberto, apliquemos la operación tijeras y juguemos, con tu estilo tan personal, a hacer un suplemento! ¡Toma los cartones, las pruebas finas y encontremos las erratas, acomodemos los textos, los dibujos, continuemos produciendo la letra impresa hasta la posteridad! (…) ¡Huberto, ya debes saber que hoy, el mundo cultural mexicano está conmocionado con la noticia. En las redes sociales abundan las descripciones de tu persona, de tu estilo de enseñar, de tu manera de promover la cultura. (…)” (La Cultura en México, 25 de agosto del 2018).
A partir de que Huberto Batis se jubiló, en 2015, de la UNAM, en donde dio cátedra durante 55 años, lo visité periódicamente en su casa de Corregidora, Tlalpan, Ciudad de México, en donde vivía con su esposa, apoyado por una enfermera de tiempo completo. Poco antes de esta etapa pude reunirme con él en la Facultad de Filosofía y Letras en donde, además de sacarnos fotografías con su hija Gabriela, teniendo como fondo la Biblioteca Central y Rectoría, me pidió que hiciera una reimpresión del libro Huberto Batis, entre libros (que se publicó por primera vez en 2005), pero con la portada azul, su color preferido.
Durante ese lapso, de su jubilación hasta su partida, edité: Huberto Batis, entre libros (reimpresión, 2015). De la autoría del maestro: Henry Miller y Anaïs Nin (primera edición, 2015); Virginia Woolf. Selección de los diarios (primera edición, 2015). Además de libros míos: Memorias de una editora de sábado de unomásuno a finales del siglo XX (primera edición, 2015) y Protagonistas del suplemento cultural sábado de unomásuno. Huberto Batis (primera edición, 2017).
Memorias de una editora de sábado de unomásuno a finales del siglo XX lo presentamos Lucía Rivadeneyra, Gonzalo Valdés Medellín, Rodolfo Palma Rojo y yo, en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, en la colonia Roma (CdMx). Recuerdo muy emotivamente la presencia de mi amiga Raquel Huerta-Nava, poeta, investigadora, directora-fundadora de la revista El Cocodrilo Poeta. Ese año fue fatídico para la cultura mexicana, se nos fueron Huberto Batis (1934-22 de agosto del 2018), Margarita Peña (1937-7 de octubre del 2018) y Raque Huerta-Nava (1963-22 de diciembre del 2018).
Protagonistas del suplemento cultural sábado de unomásuno. Huberto Batis, volumen, con 104 entrevistas, infinidad de material gráfico y 720 páginas tamaño carta, fue revisado por el maestro, no obstante, tener un problema neurológico que no le permitía escribir con agilidad. Lo edité pensando en que se realizaba un homenaje colectivo a él. Me dio mucho gusto que conociera el libro, y que leyera la dedicatoria: “A Huberto Batis con infinito agradecimiento por sus enseñanzas, por su fe en la página impresa y por derrumbar los muros del elitismo e incluir a cientos de autores en su siemprevivo sábado de unomásuno.”
También me alegró que, a pesar de que el maestro no pudo asistir, hiciéramos la presentación en Radio UNAM, el 14 de marzo, de 2018, en la Sala Julián Carrillo: Nedda G. de Anhalt, autora del Prólogo; Gonzalo Valdés Medellín; Lucía Rivadeneyra, y yo, de manera oficial, pero se unió a nosotros para dar un amplio testimonio de sus experiencias en sábado: José Manuel Recillas. Ese día fue el estreno del video: Huberto Batis, 84 años de retratos, producido por Editorial Ariadna y realizado por Marco Antonio Campos Vega, con fotografías y dibujos de 34 autores, todos ellos colaboradores, alumnos, amigos de Huberto Batis (incluso su papá: Agustín Batis Güereca, y su mamá: María Luisa Martínez Ulloa), no solo en sábado sino también en Cuadernos del Viento, en la Revista de Bellas Artes, en las de Banxico y la Ibero, en el Boletín de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, entre otros medios impresos.
Dos meses después de la partida de Huberto Batis, Editorial Ariadna realizó un Homenaje Póstumo en la Feria Internacional del Libro del Zócalo de la CdMx, en el Foro Juan José Arreola. Estuvimos Andrés de Luna, Norma Patiño, Gonzalo Valdés Medellín, siempre fraternos y cercanos a Editorial Ariadna, y yo. El acto fue emotivo y muy concurrido. Asimismo, el Homenaje que realizamos en Los Insurgentes. Expendio de Pulques Finos, en la Colonia Roma, por iniciativa de Carlos Martínez Rentería (26 de febrero de 1963-7 de febrero del 2022), con la participación de éste, Luz García Martínez, Arturo García Campos, Gonzalo Valdés Medellín, el jueves 24 de enero del 2019.
Fue una lástima que el maestro Huberto Batis no conociera la revista El Hilo de Ariadna, con cabezal de Eko. El número 2 de esta publicación fue otro Homenaje Póstumo a él. Las plumas de varios de sus colaboradores, escritores e ilustradores, se reunieron de nuevo para darle el adiós —como tantas veces lo hizo el maestro para despedir a sus colegas y amigos, en el suplemento sábado—: Nedda G. de Anhalt, Benigno Espinosa Calderón, Marcela Magdaleno, Luz García Martínez, Gonzalo Valdés Medellín, Miguelángel Díaz Monges, Malú Huacuja del Toro, Andrés de Luna, Lucía Rivadeneyra, Gonzalo Vélez; APEBAS, Marco Antonio Campos Vega, Fernando M. Díaz Ero-Díaz, Jorge García Campos y Eko.
El Hilo de Ariadna cumple, en este agosto del 2023, cinco años de haber iniciado, misma fecha en la que conmemoramos el primer lustro de la partida del director del suplemento sábado de unomásuno, el innovador, iconoclasta, provocativo, osado, parteaguas de la cultura nacional en el siglo XX, el multiadmirado, sabio maestro, consejero y amigo: Huberto Batis Martínez.
ÁSS