Irena Sendler: el ángel de Varsovia

Personajes

Durante la Segunda Guerra Mundial, la trabajadora social salvó a miles de niños del exterminio. Su vida es una lección de coraje, dignidad y empatía.

Irena Sendler en 1944. (Wikimedia Commons)
Andrea Serdio
Ciudad de México /

El nombre de Irena Sendler es el nombre de una mujer valiente, comprometida con sus ideales, capaz de arriesgarlo todo para salvar la vida de los demás, en especial la de los niños judíos condenados por el nazismo en la Polonia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.

El libro Irena Sendler (RBA, 2019), escrito por Teresa Solana, es una lección de coraje, dignidad y empatía. Es la historia de una trabajadora social católica a quien sus padres enseñaron sin reparos el amor al prójimo, sin importar la raza, la religión o la condición social. Su padre fue un médico que murió a los 40 años contagiado de tifus por su decisión de no abandonar a sus pacientes más pobres, que vivían hacinados en barrios miserables. Ella, de siete años, y su madre se quedaron solas en una precaria situación económica. Vivían en Otworck, pero, junto con su abuelo materno, tuvieron que cambiar su residencia a Piotrków para poder salir adelante; más tarde se mudarían a Varsovia —la ciudad en la que ella había nacido el 15 de febrero de 1910—, donde Irena ingresó a la universidad para estudiar Trabajo Social, una carrera que le permitió cumplir el sueño de trabajar en beneficio de los más necesitados.

Se había casado muy joven, respetaba y sentía afecto por su marido, pero sus intereses iban por caminos distintos y terminaron separándose de manera amistosa; ella se involucró entonces con un judío idealista, un antiguo compañero de la universidad con el que vivió los días oscuros de la ocupación nazi, cuando se creó el gueto de Varsovia, en el que fueron confinados los judíos para ser enviados al campo de exterminio de Treblinka; ella los ayudó en todo lo que pudo, dedicando sus mejores esfuerzos a rescatar a miles de niños a los que dotaba de documentación falsa y enviaba a orfanatos o con piadosas familias adoptivas.

Su vida fue llevada a la televisión en la serie The Courageous Heart of Irena Sendler, producida por la CBS. No fue un éxito mundial como la película de Steven Spielberg La lista de Schindler, ganadora de siete premios de la Academia, que aborda la historia de Oskar Schindler, el empresario alemán que, en la misma época que Irena, salvó de la muerte a más de mil judíos polacos a darles trabajo en sus fábricas, pero la serie sí es un sentido y justo tributo a una heroína durante mucho tiempo olvidada.

Irena fue tenaz e imaginativa en su labor de poner a salvo a los niños del gueto, formaba parte de la resistencia polaca y recibía ayuda de otras personas igualmente comprometidas dentro de la organización clandestina Zegota, en la que ella acumulaba cada vez más responsabilidades con el nombre de Jolanta, que era uno de los blancos más buscados por la Gestapo.

Fue delatada, arrestada, torturada y sentenciada a muerte por la Gestapo en octubre de 1943, aunque sus verdugos no se dieron cuenta de quién era realmente. “La detención de Irena —dice Teresa Solana— supuso un duro golpe para Zegota. Entre sus miembros, cundió el pánico. Irena poseía información sobre muchas personas y escondites, y era imposible saber si podría resistir las torturas o terminaría delatándolos”. Además, Irena había escrito listas con las identidades y lugares a donde habían sido enviados los niños que había salvado, lo cual suponía un peligro para ellos y para quienes los cuidaban.

Temerariamente, sus amigos de la resistencia sobornaron a un guardia alemán e Irena pudo escapar cuando se dirigía al campo de exterminio, reintegrándose a sus actividades en Zegota, donde continuó luchando para salvar a los niños del Holocausto.

Irena Sendler falleció en Varsovia el 12 de mayo de 2008, a la edad de noventa y ocho años. Sobre su labor de rescate de los niños del gueto, decía: “Quiero que todo el mundo sepa que, aunque yo coordinaba nuestros esfuerzos, éramos entre veinte y veinticinco personas. No lo hice sola”.

El filólogo e historiador Michał Głowiński, uno de los niños salvados por aquella joven trabajadora social, escribió: “Irena Sendler fue la estrella más brillante en el oscuro cielo de la Polonia ocupada”.

AQ

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