Lennon en el Dakota: 43 años después

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Una docuserie sobre el asesinato del Beatle intenta exponer una versión más amplia del expediente de Mark David Chapman, abonando materiales poco conocidos, testimonios y una pizca de la teoría del complot.

John Lennon, 1940-1980. (Apple TV+)
Iván Ríos Gascón
Ciudad de México /

Consiguió asesinar a John Lennon pero fracasó en fingir demencia. Logró la fama por el crimen mas su nombre se desvaneció con el paso del tiempo, su rostro ni siquiera llegó a estamparse en una camiseta. Intentó pasar por ícono de los killers contraculturales, simularse un elegido, luego un poseído, pero lo único que obtuvo fue el odio, el desprecio, casi el olvido.

A 43 años del homicidio del ex Beatle en la puerta del Dakota Building de Nueva York, la docuserie John Lennon: Murder Without a Trial (Apple TV+), intenta exponer una versión más amplia del expediente de Mark David Chapman, abonando algunos materiales poco conocidos, ciertos testimonios y una pizca de la teoría del complot.

Dirigido por Nick Holt y Rob Coldstream, John Lennon: Murder Without a Trial recupera fragmentos de la última entrevista que Lennon concedió a Laura Kaye, productora del RKO Radio, el mismo día de su muerte, el 8 de diciembre de 1980. En la conversación, Lennon vuelve sobre sus afanes pacifistas y parafrasea su propia rola “Imagine”; se explaya sobre el amor como única salvación posible en un mundo agonizante; proclama su entusiasmo paternal por el nacimiento de Sean, el hijo que tuvo con Yoko Ono, y remata con el deseo ferviente de hacer música hasta el último minuto de su vida, esa música que había de sobrevivirle. ¿Qué más aportan los tres episodios de la serie?... La declaración del taxista que llevó a Chapman al Dakota, en la que el inminente asesino le pidió que se acordara de su nombre, pues iba a ser popular. Las de los policías que acudieron a la escena del crimen, cuando encontraron al regordete pistolero muy tranquilo y leyendo El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger, ya que en vez de huir, aparentaba que quería que lo arrestaran. El testimonio de sus abogados: Chapman cambiaba de versión a cada rato: dijo que una voz le ordenó perpetrar el crimen, luego que lo había planeado minuciosamente, después aseguró que se mató a sí mismo porque él era el verdadero John Lennon. De último momento, afirmó que Dios le pidió que se deshiciera de la Morsa, al final volvió a su papel de asesino confeso, sin móvil ni objetivo, por inercia.

¿Algo más?... Bueno, está la instantánea que Yoko Ono hizo de las gafas con manchas hemáticas de John, con Central Park de fondo. Imagen que explica el mismísimo Bob Gruen (autor del emblemático retrato de Lennon con la camiseta que reza Nueva York). Las palabras del fiscal Kim Hogrefe: “no voy a decir el nombre del imputado, lo llamaré así, imputado, porque no tiene derecho a robarle la fama a Lennon por asesinarlo”. El audio de la discusión de la televisora que transmitía el Monday Night Football acerca de anunciar la fúnebre primicia, y sobre todo, la teoría del complot: se alude a MkUltra, el programa de lavado de cerebros de la CIA, a propósito del perfil de Sirhan Sirhan, el agresor de Robert Kennedy, respaldado por un archivo que clasificaba a Lennon como sujeto peligroso para la política yanqui, y el turbio recurso de exonerar a los matones como sujetos perturbados. El argumento: tres meses después del caso Lennon, Estados Unidos se estremeció con el fallido atentado a Ronald Reagan por John Hinckley Jr., que no pisó la cárcel pues lo enviaron al psiquiátrico.

No obstante, resalta un detalle: Chapman dijo que lo hizo para incrementar las ventas de El guardián entre el centeno (también libro favorito de Hinckley Jr.), porque esa novela contiene un mensaje oculto.

Patrañas. La novela de Salinger, censurada entre los 1960 y los 1980 por antiamericana, tan solo fue el pretexto de un ser desesperado por sacudir a la opinión pública y conmoverla para resarcir su insignificancia. Lo único inquietante es que John Lennon: Murder Without a Trial coincide con el lanzamiento de “Now And Then”, el último sencillo de los Beatles restaurado por Inteligencia Artificial.

O tal vez, me equivoco…

AQ

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