José Emilio Pacheco, uno de los más grandes y queridos escritores mexicanos, cuya obra, amplia y deslumbrante, es un continuo paseo por la historia y la literatura, nació el 30 de junio de 1939 y murió el 26 de enero de 2014.
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En el amplio recuento de sus libros y su trabajo periodístico, todavía queda mucho por indagar. También es una asignatura pendiente su relación con el cine, en la que destaca la escritura del guion de una de las mejores películas mexicanas: El castillo de la pureza, en coautoría con Arturo Ripstein, quien la dirigió.
Basada en hechos reales, El castillo de la pureza cuenta la historia de un hombre que durante más de 15 años encerró a su mujer y a sus hijos para que no se contaminaran con un mundo lleno de tentaciones y peligros. Más allá de la anécdota, la película muestra escenas de la Ciudad de México que ahora no sólo parecen lejanas sino irreales.
La presencia de José Emilio Pacheco en el cine, casi siempre en sociedad con Ripstein, contiene también títulos como El Santo Oficio y Foxtrot. Sin considerar la recepción crítica de estas películas, puede destacarse cómo, incluso en sus guiones, el escritor conserva una manera aguda de observar el poder y las relaciones humanas, por no hablar de su pasión por la historia.
En 1978 se estrenó El lugar sin límites, basada en la novela homónima de José Donoso. En la adaptación participaron Ripstein, Manuel Puig, quien abandonó el proyecto, y José Emilio Pacheco, quien no sólo lo concluyó sino que acentuó su carácter irónico y subversivo.
La escena más memorable de la película es cuando La Manuela, personaje interpretado por Roberto Cobo, le baila y seduce a Pancho, caracterizado por Gonzalo Vega, en el burdel de El Olivo, el pueblo donde transcurre la historia.
En 1973, con Jorge Fons y Eduardo Luján, Pacheco participó en la adaptación de la novela de Mario Vargas Llosa Los cachorros, con José Alonso y Helena Rojo en los papeles estelares. Es el drama de un niño que literalmente es emasculado por un perro que lo ataca en la escuela. Con el paso del tiempo, este hecho lo conduce a situaciones tan dolorosas como inimaginables.
La única obra de José Emilio Pacheco llevada al cine fue Las batallas en el desierto. Situada en la época de la Segunda Guerra Mundial, habla del amor de un niño por la madre de su mejor amigo. La versión cinematográfica fue dirigida por Alberto Isacc, con guion de Vicente Leñero. La película es también un homenaje a la colonia Roma de la Ciudad de México, donde transcurrió parte de la niñez del gran escritor mexicano.
La herencia de José Emilio Pacheco es inmensa, su legado extraordinario está en sus cuentos, novelas, poemas, ensayos, pero también las historias que escribió para el cine.
AQ