Kevin Puts: “Me inspira la poderosa fuerza creativa de mujeres como Virginia Woolf”

Entrevista

El ganador del Pulitzer en 2012 conversa sobre The Hours, una ópera que se podrá disfrutar en el Auditorio Nacional en transmisión directa desde el teatro Lincoln Center de Nueva York.

Puesta de escena de 'The Hours'. (Foto: Evan Zimmerman | Met Opera)
Ciudad de México /

El compositor Kevin Puts se inspiró musicalmente en la poderosa fuerza creativa de Virginia Woolf para su cuarta ópera, Las horas, basada en la novela homónima de Michael Cunningham, ganador, como él, del premio Pulitzer, y que se estrenó apenas en la Metropolitan Opera House de Nueva York.

A partir de una charla que tuvo con la soprano Renée Fleming, con quien ya había trabajado en Letters from Georgia, sobre la artista Georgia O’Keefe, Puts (San Luis, Missouri, 1972) escribió una partitura, con libreto de Greg Pierce, para esta exitosa historia sobre tres mujeres en tres épocas diferentes: Virginia Woolf, en 1923, mientras escribe La señora Dalloway; Laura Brown, esposa de un veterano de la Segunda Guerra Mundial y lectora en 1949 de este relato de la escritora inglesa, y Clarissa Vaughan, una lesbiana en la década de los noventa que prepara una fiesta para un amigo literato enfermo de sida.

Puts, ganador del Pulitzer en 2012 por su primera ópera, Silent Night (2011), conversa con Laberinto vía telefónica desde Nueva York sobre The Hours, la cuarta en una década en la que también estrenó The Manchurian Candidate (2015) y Elizabeth Cree (2017).

La ópera podrá verse en México, en la pantalla gigante del Auditorio Nacional y en salas de cine, el próximo sábado 10 de diciembre, a las 11 horas, en transmisión en vivo desde el teatro del Lincoln Center. Con puesta en escena de Phelim McDermott y bajo la batuta de Yannick Nézet-Séguin, director artístico de la MetOpera, The Hours está protagonizada por Renée Fleming (Clarissa Vaughan), la mezzosoprano Joyce DiDonato (Virginia Woolf) y la soprano Kelli O’Hara (Laura Brown).

—¿Cómo se dio cuenta que la novela Las horas tenía potencial para convertirse en ópera? Quiero decir, ¿cualquier relato puede convertirse en ópera?

No, no creo que todas las historias puedan ser óperas. Lo interesante de esta novela es que son tres historias, que están separadas por muchos años. Virginia Woolf viviendo en los años 20 en las afueras de Londres, Laura Brown a finales de los 40 en Los Ángeles y Clarisse Vaughan en los 90 en Nueva York. Y lo interesante es la posibilidad contar las tres historias simultáneamente en el escenario de la ópera, lo cual es posible a través de la música. Y la superposición de historias la puedes ver a través de los diferentes personajes en escena cantando en armonía al mismo tiempo, que es otro contrapunto, que funciona de una manera que no funciona en un libro o en la película tampoco, esto se debe a la naturaleza de la música en sí misma en armonía. Fue interesante por esa razón, por supuesto, las emociones y las historias fueron algo sobre lo que yo podía reflejar en la música que yo estaba escribiendo. En fin, me pareció una idea interesante cuando ves a tres maravillosas cantantes con diferentes cualidades en el escenario en diferentes momentos y eventualmente las tres juntas, fue una idea emocionante.

—Le preguntaba esto porque otras de sus óperas también están basadas en novelas contemporáneas, que por cierto también fueron llevadas al cine, como The Manchurian Candidate (de Richard Condon, 1959), Elizabeth Cree (Peter Ackroyd, 1990).

Bueno, Las horas está realmente basada en la novela, no en la película, de hecho. Mi libretista Greg Pierce me quiso dejarme eso claro, me parece, que su fuente fue la novela, no la película.

—Antes de comenzar a escribir esta ópera ¿Cómo fue su relación con la novela de Michael Cunningham y, por supuesto, con Virginia Woolf?

Leí la novela hace muchos años y también vi la película. Ambas fueron muy poderosas para mí. Quizás entonces pensé en la posibilidad de una ópera. Renée Fleming fue quien planteó el proyecto cuando le pedí hacer una ópera juntos, pensamos en esa posibilidad, investigamos el tema de los derechos. También pensé en la música de la película, de Philip Glass, que es hermosa y perfecta para la película, confieso que tenía cierta preocupación que iba a hacer musicalmente, pero creo que la forma en que mi música funciona en la ópera es diferente, yo trato de establecer diferente música para cada personaje, y también para todos juntos, la música de Glass en el filme me parece que es más uniforme, y se acerca a contar toda la historia.

—¿Cómo describiría lo que vamos a ver y escuchar este sábado en todo el mundo en la transmisión en vivo de Las horas desde la MetOpera de Nueva York?

Bueno, esa es una pregunta difícil. Por un lado, hay que hablar primero de la producción, es una producción de entrada desde el punto de vista visual de Phelim McDermott, quien trabaja con una maravillosa coreógrafa llamada Annie-B Parson, que alista 12 bailarines que añaden muchísimo a la historia, de tal manera en que ellos reflejan qué pasa… La otra cosa es el coro, el coro de la MetOpera, con 55 miembros, que también es una gran parte de la producción, con frecuencia cantan la intimidad, el interior de la historia de cada uno de estos personajes, las cosas que están pensando, pero no diciendo. Están, por supuesto, los cantantes principales, así que hay muchos rangos en las cualidades del sonido, es interesante y estoy muy emocionado que estará en salas de cine, porque creo que también tiene cualidades cinematográficas, de hecho, la manera en que la narración funciona, la forma en que pasa de una escena a otra es muy cinematográfica; como compositor estoy muy influido por el cine, no solo por la música de cine, sino por la forma en que el cine cuenta las historias.

—Trabajó con Renée Fleming en Letters from Georgia. ¿Tenía en mente a Joyce DiDonato y Kellie O’Hara?

Sí, bastante. Sabes, cuando compongo para artistas de este calibre no pienso mucho en el futuro, no pienso en que otros cantantes puedan hacerlo. Pienso en quiénes son ellas y específicamente cómo cantan, la naturaleza de sus voces, todas las partes de su registro, las características vocales que ellas tienen, las cosas que ellas hacen bien y que les gusta hacer, y esas características son diferentes para cada una de las tres intérpretes, durante el curso de la composición traté de conocerlas y pienso que escribí una obra que va de acuerdo con las cualidades de sus voces y de sus técnicas, y también de sus habilidades dramáticas en el escenario, aunque eso es algo secundario, es más sobre la forma en que ellas cantan, traté de tomarlo en cuenta.

—La novela es muy feminista, igual el filme. Me imagino que su ópera también, ya que trata sobre Virginia Woolf. En la ópera siempre hay heroínas, pero en la suya hay tres. ¿Cómo se siente en este universo completamente femenino?

¿Como un compositor hombre, verdad? Bueno siempre me he sentido atraído por las mujeres protagonistas. En este caso, lo más poderoso para mí es mostrar la enorme presión que la sociedad impone a las mujeres para ser muchas cosas, que quizás no sea lo que auténticamente son. Así que estas situaciones simplemente son muy poderosas para mí, y encuentro inspiración musical en empatizar, pero más allá de eso, hay simplemente tribulaciones humanas en esta obra, sí hay enormes cualidades femeninas, no solo en la historias de las tres mujeres, sino también en la forma en que las bailarinas reflejan eso, en la celebración de las mujeres en la obra, pero pienso que simplemente son situaciones humanas, el sentimiento de temer no hacer las cosas bien, cosas que ambos sentimos, esos lugares a los que yo fui emocionalmente para escribir esta música, momentos míos con emociones similares.

—Tiene 50 años y hace una década el Pulitzer. ¿Esto significa una presión para usted?

Me encontré escribiendo ópera más tarde que la mayoría. Tuve mi primera première de una ópera en 2011, así que son exactamente once años, porque fue en noviembre de 2011 fue la première de Las horas, ahora he escrito cuatro óperas, he trabajado mucho con la ópera y con las voices y contar las historias en los escenarios de la ópera. Por supuesto sentí mucha presión para hacer un buen trabajo con esta obra, no solo es la MetOpera que es la más grande casa de ópera del mundo, sino que no es solo para una diva, sino para tres de ellas, estaba consciente de que no solo estaba escribiendo una obra que tuviera que funcionar como una obra musical sino que también asegurarme que estuviera creando tres grandes partes y que estas tres intérpretes estuvieran satisfechas con ellas, estrellas, que sintieran que tenían igualdad de substancia en sus partes, que les permitiera usar sus voces de la forma en que ellas les gustaría usarlas en el Met, que es un enorme escenario, donde están muy expuestas y reciben muchísima atención, así que había muchas cosas por las que sentía mucha presión, además mucho de la ópera se escribió durante la pandemia, cuando no sabía qué pasaría, si se haría la première, si se cancelaría, o si se pospondría 5 años, había mucha presión, pero al final, cuando escribo música, hay cosas dentro de mí, tengo músculos que usé antes, y la música simplemente fluye; eso es un alivio cuando ocurre. Aun en una situación de presión, la música sale de mí; a veces, cuando hay más presión hago mi mejor obra, porque estoy consciente que mucha gente va a escucharla (millones de personas en el mundo ahora con la transmisión en directo), eso es muy emocionante para mí. Me gusta ese tipo de presión, porque me hace comprender la importancia de hacer lo correcto.

—En Silent Night la guerra fue el contexto, también en The Manchurian Candidate y en la vida de Virginia Woolf la guerra estuvo presente, como lo está en Las horas. ¿La guerra es un leit motiv para usted como compositor, como artista?

Diría que es cierto que la guerra está en el ambiente de las dos primeras óperas que escribí. De hecho, la guerra es una poderosa idea en la ópera en general, varias óperas han encontrado inspiración en ese contexto. En Las horas, cuál es la atmósfera, creo que es Mrs Dalloway. Para Virginia, es la presión y la emoción de escribir esa novela, el tema de la importancia del trabajo creativo, es muy importante. En la historia, si ella no encuentra la inspiración para escribir las primeras líneas de Mrs Dalloway, nada de lo que sucede en el futuro pasaría.

—En 1966 Mike Nichols dirigió ¿Quién le teme a Virginia Woolf? ¿Le teme usted ahora a Virginia Woolf?

Jajaja, ¿Temerle a Virginia Woolf? No, no, tengo mucha admiración por ella como escritora, pero sobre todo como una mujer que quiso ser una fuerza creativa en un tiempo. Ella peleó contra la sociedad y a mí me inspiran las mujeres como ella, capaces de ser fuerzas creativas, como Georgia O’Keefe o Emily Dickinson, la poeta norteamericana, sobre la que exploro la posibilidad de hacer algo. Admiro a esas mujeres que en el pasado, como dice Joyce DiDonato, crearon un tsunami para enfrentar las situaciones que la sociedad les impone.

AQ​

  • José Juan de Ávila
  • jdeavila2006@yahoo.fr
  • Periodista egresado de UNAM. Trabajó en La Jornada, Reforma, El Universal, Milenio, CNNMéxico, entre otros medios, en Política y Cultura.

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