Queen cuenta la aventura que comenzó cuando Brian May y Tim Stafell decidieron formar un grupo, al que se unió Roger Taylor. Lo llamaron Smile. Poco después Stafell resolvió salirse y en su lugar entró Freddie Bulsara, quien cambió su apellido por el de Mercury. Luego de probar varios bajistas, aceptaron a John Deacon y así, en febrero de 1971, quedó integrada la banda que dos años después grabaría su primer álbum, titulado Queen.
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Escrito por Jeff Hudson y publicado por la editorial Kliczkowski, el libro es un recorrido, preciso y ameno, lleno de fotografías, por la trayectoria del grupo bautizado por Mercury, consciente de las interpretaciones que podría suscitar. Un grupo que desde el principio destacó en las actuaciones en vivo, que tuvo un mediano éxito con su primer disco y despegó con el segundo: Queen II, en el que aparecen sus característicos arreglos vocales.
Brian y Mercury fueron los principales compositores de Queen, aunque en cada disco aparecen canciones firmadas por Roger y en varios por Deacon. En su tercer álbum destaca el sencillo “Killer Queen” y en 1975 crean otro de sus grandes éxitos: “Bohemian Rapsody”, con el que dio comienzo la era del videoclip con efectos especiales y exhibió los alcances de una banda que exploraba sin temor géneros como la balada, el rock, la ópera.
Los cuatro integrantes de Queen tenían una sólida formación académica. Brian es doctor en astronomía y autor de varios libros de divulgación científica; Freddie fue un disciplinado artista que, entre otras cosas, diseñó el logotipo de la banda. Juntos crearon un estilo que desafiaba convenciones y prejuicios no solo en sus discos sino en sus conciertos, con Freddie siempre estrafalario.
Queen conquistó la fama de tener el mejor espectáculo del circuito del rock, también la de hacer “las fiestas más decadentes y extravagantes”. La banda era famosa en el mundo entero. Las giras se sucedían una tras otra —en México se presentó en 1981 en Puebla y Monterrey—. Sus miembros emprendían proyectos individuales y Freddie adoptó una imagen tan de macho que entre los entendidos no pasó inadvertida su condición de gay.
Freddie sostuvo un largo noviazgo con Mary Austin, quien siempre sería su amiga y es la única que sabe dónde reposan sus cenizas. El 23 de noviembre de 1991 apareció en la prensa un comunicado de Freddie reconociendo que tenía sida. Veinticuatro horas después se anunciaba su muerte. Tenía 45 años. Queen continuaría algún tiempo con Paul Rodgers como vocalista, pero la magia se había terminado.
Diez años después de la muerte de Mercury se proyectó el documental Queen: Days of Our Lives, producción de la BBC dirigida por Matt O’Casey, con Brian May, Roger Taylor y Jim Beach como narradores de una historia que comienza antes de la formación del grupo. Pero sin duda fue Bohemian Rhapsody (2018), el largometraje de Bryan Singer (terminado por Dexter Fletcher cuando Singer fue separado por problemas con los productores), el que puso nuevamente en la órbita mundial a Queen y sobre todo a Freddie Mercury, protagonizado por Rami Malek, quien obtuvo el Oscar al mejor actor, uno de los cuatro que ganó la película llena de música y nostalgia.
RP | ÁSS