La vocación absoluta de Enrique Echeverría

Arte

A cincuenta años de su muerte y en la antesala del centenario del nacimiento de uno de los fundadores de la Ruptura, Ester Echeverría, su viuda, ha publicado el libro Libertad pictórica.

Enrique Echeverría, 'El flautista' (detalle), 1962. (Colección Museo de Arte Carrillo Gil / INBAL / Secretaría de Cultura)
Dabi Xavier
Ciudad de México /

El 25 de noviembre se conmemoró el cincuenta aniversario del fallecimiento de Enrique Echeverría y el 14 de julio de 2023 se celebrará su centenario, por lo que su viuda Ester Echeverría publicó el volumen Enrique Echeverría. Libertad pictórica.

El libro es un retrato íntimo y académico acerca del artista, el cual reúne más de 300 imágenes de obra pictórica, acetografías (técnica de su invención), acuarelas, dibujos a lápiz, sanguinas y carboncillos, así como cartas y fotografías con textos de escritores, críticos e historiadores del arte y una semblanza escrita por Ester, además de una selección de publicaciones que abordan la estética de Enrique Echeverría en distintas épocas y al final una cronología. El volumen da cuenta de la importancia de su pintura y su aportación en la historia del arte mexicano de la segunda mitad del siglo XX.

Además de participar en el proceso editorial, entrevisté a Ester Echeverría, quien a lo largo de cincuenta años se ha dedicado a preservar, difundir y exponer el legado de Enrique y que ahora se materializa con la publicación del libro.

¿Quién es Enrique Echeverría?

Enrique Echeverría es uno de los grandes pintores de México. Su vocación fue absoluta desde el día en que el pintor Arturo Souto lo aceptó como su alumno. Durante esa época estudiaba Ingeniería Aeronáutica en el Instituto Politécnico Nacional y solamente necesitaba hacer tres exámenes para terminar su carrera, pero había decidido que si Souto lo aceptaba, rompería sus papeles de la carrera para entregarse por completo a la pintura.

¿Qué lugar ocupa en la historia del arte mexicano del siglo XX?

Ocupa un lugar fundamental, no solo por su estupenda y propositiva manera de pintar, sino porque siempre estuvo involucrado en todo lo que fuera bueno para el arte y sus compañeros, así como su aportación intelectual y económica en la formación de la Galería Prisse, en 1952.

Ya que mencionas la Galería Prisse, la figura de Enrique Echeverría es esencial en el origen de la Ruptura al ser uno de los fundadores. ¿Qué nos puedes compartir al respecto?

En efecto, Echeverría formaba parte del grupo autodenominado “Los Independientes”, conformado por Héctor Xavier, Vlady, Alberto Gironella, José Bartolí, quienes decidieron abrir una galería en la calle de Londres, en la Zona Rosa, pagando la renta entre todos y de esa manera exhibir su obra —y la de otros, como el caso de José Luis Cuevas que ahí expuso por primera vez—, ya que no encajaban en el grupo de la Escuela Mexicana de Pintura impuesta por los muralistas. Con la lapidaria frase de David Alfaro Siqueiros “no hay más ruta que la nuestra”, no había sede gubernamental, ni galería alguna que les permitiera exponer. La Prisse fue de corta vida por su inexperiencia en las finanzas, sin embargo fue la punta de lanza para darse a conocer. En 1954, fundaron la Galería Proteo que dirigió María Josefa Montes de Oca Quijada, mejor conocida como Joc —única galera con Maestría en Historia del Arte que yo conozco—, y posicionó a sus pintores con gran profesionalismo tanto en México como en el extranjero.

¿Por qué consideras que su legado artístico debe darse a conocer o retomar para las generaciones más jóvenes?

En primer lugar, porque su pintura sigue vigente, y mientras más tiempo pase, más lo será; por otro lado, para que los jóvenes artistas sepan quiénes les abrieron brechas, sobre todo en la libertad de la que ahora gozan para expresarse. Créeme que fácil no les fue. Estuvieron satanizados, les atacaban ferozmente, sobre todo Siqueiros, quien a manera de insulto les decía “abstractos” (de morirse de risa, porque ni lo eran) y llegó a escribir en los diarios llamándoles “las putas de la Prisse”. Según él, querían ser como los pintores europeos, pero lo que pretendían era hacer un arte universal, no regionalista, como lo estipulaba la Escuela Mexicana de Pintura.

¿Cuál es su aportación estética en la actualidad?

Para empezar, que toda obra esté bien realizada y con conocimiento absoluto del oficio. Se requiere pintar con el alma para hacer arte verdadero. Como decía Picasso, esa obra siempre tendrá “clavo”, encontrará uno en dónde ser colgada y ser apreciada.

Cuéntanos acerca del libro Enrique Echeverría. Libertad pictórica que acabas de publicar. ¿A qué se debe esta publicación?

Este libro hacía falta. Echeverría murió muy joven, a los 49 años, y tú sabes, nunca fue protagónico ni escandaloso. Cuando Felipe Garrido era director de Publicaciones en el INBA, en 2003, me llamó para proponerme hacerlo, pero fue un proyecto fallido, ya que renunció al cargo, y la persona que quedó en su lugar estaba abocada al llamado arte contemporáneo. Desde 2018 habíamos hablado de hacerlo. Pero fue hasta 2020, durante la pandemia, que lo empezamos a armar con la diseñadora Teresa Peyret. En un acto de fe, ustedes me apoyaron, por lo que les estoy profundamente agradecida. Además de ser muy talentosas, cada una en lo suyo, me siento muy afortunada con su amistad.

Independientemente de este hecho, creo que cualquier persona cercana a un gran artista, tiene la obligación de compartir y de difundir la obra. En mi caso, podría pensar que mi esposo fue un hombre extraordinario pero un pintor mediocre y me quedaría en silencio, pero como sé de pintura, estoy consciente de que la obra de Echeverría es de primer nivel y merece ser reconocida en la magnitud de la importancia que tiene su legado, por lo que, sin duda, este libro contribuirá a entenderlo mejor.

¿Quiénes escriben en el libro y por qué los seleccionaste?

Es una fortuna contar con textos de la calidad que tiene el libro, escritos por Arturo López, José María Espinasa, Juan Rafael Coronel Rivera, Salomon Grimberg, un texto inédito de Teresa del Conde y un artículo de Xavier Moyssén, todos de estupenda factura e interés. Los escogí porque admiro su talento y me quedé más que complacida con sus textos. La presentación es de Sylvia Navarrete e incluí una semblanza de mi autoría sobre la vida de Enrique.

Como promotora y galerista, ¿qué les dirías a los jóvenes artistas a partir de la obra de Enrique Echeverría?

Que sigan su ejemplo, que sean rigurosos, que se unan, como lo hicieron Echeverría y sus contemporáneos, a conversar sobre arte, que lean, que sientan pasión por lo que hacen.

¿Habrá exposiciones de Enrique Echeverría el próximo año? Si es así, ¿dónde y cuándo?

El 2023 es el aniversario del centenario del natalicio de Enrique Echeverría, razón por la que se le hará una exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México e itinerará a algunos museos de la República, de las que todavía no tenemos fecha definida.

AQ

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