Las alucinaciones de Philip K. Dick

Reseña

La literatura de Dick está poblada de alucinaciones, de cuestionamientos sociales, políticos y económicos, de realidades alternas, de la utilización de las drogas como medio de control

Prolífico escritor y novelista estadounidense de ciencia ficción
Andrea Serdio
Ciudad de México /

La Biblioteca Philip K. Dick, publicada por el sello editorial Minotauro, es la crónica de un tiempo donde la realidad y la fantasía se mezclan, en el que los hombres y los robots se confunden, en el que la Tierra, devastada, es vista con nostalgia desde planetas inhóspitos y las grandes corporaciones lo controlan todo, como sucede en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, que inspiró la película Blade Runner, dirigida por Ridley Scott.

Philip K. Dick nació en Chicago en 1928 y murió el 2 de marzo de 1982 en Santa Ana, California, unos meses antes del estreno de la película de Ridley Scott, de la que Denis Villeneuve ha filmado la secuela Blade Runner 2049, en la que un exterminador de replicantes es precisamente uno de ellos. La nueva versión plantea dilemas morales y grandes temores acerca del inexorable avance de la ciencia y la tecnología.


La vida de Philip K. Dick fue difícil, con problemas económicos, cinco matrimonios que terminaron en divorcio y tres hijos. Desde 1952 comenzó a publicar relatos cortos y se dedicó por completo a la escritura. En 1956 dio a conocer el cuento “Minority Report”, llevado al cine por Steven Spielberg, y en 1963 obtuvo el Premio Hugo con El hombre del castillo, novela en la que Estados Unidos es derrotado en la Segunda Guerra Mundial.

La literatura de Dick está poblada de alucinaciones, de cuestionamientos sociales, políticos y económicos, de realidades alternas, de la utilización de las drogas como medio de control. Así sucede en Los tres estigmas de Palmer Eldritch, donde solo los alucinógenos hacen soportable la vida. O en el cuento en el que se basa la cinta Vengador del futuro, en la que el protagonista se implanta recuerdos falsos, sin darse cuenta de lo que esto implica.

Dick fue un entusiasta de la psicología analítica de Jung, un asiduo a las drogas; pensaba que sufría esquizofrenia, se volvió paranoico y tuvo frecuentes alucinaciones. Todo esto lo plasmó en sus libros. En novelas como Ubik, punto de partida de las películas Abre los ojos o Matrix. Ubik es “un tour de force de amenaza paranoica y comedia absurda, en la cual los muertos compran su siguiente reencarnación y corren el riesgo continuo de volver a morir”.

Los jugadores de Titán y Fluyan mis lágrimas, dijo el policía son otros de los títulos de la Biblioteca Philip K. Dick; en la primera se desarrollan juegos siniestros entre humanos y alienígenas; en la segunda aparece un súper humano mejorado genéticamente. Otra es Impostor, que dio origen a la película del mismo título en la que el protagonista es acusado de ser un androide “diseñado para sabotear las defensas de la Tierra”.


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