La obra ganadora del Pulitzer que inspiró le película Oppenheimer; un retrato de Alexander von Humboldt; una exploración de los quebradizos vínculos de la amistad y el matrimonio; literatura china contemporánea; una excepcional rebelión frente al Tercer Reich; el proceso de la racionalización de la filosofía… descubre los libros que recomienda Laberinto esta semana.
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Prometeo americano
En esta biografía se inspira la reciente película de Christopher Nolan. El título hace referencia al titán griego que robó el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres, razón por la que fue castigado por Zeus. Lo que entregó Oppenheimer fue la energía nuclear y, por advertir de su peligrosidad, sus enemigos políticos lo acusaron de espiar para el bloque soviético. El subtítulo, El triunfo y la caída de J. Robert Oppenheimer, resume la intención de los autores.
Pondré mi oído en la piedra hasta que hable
El escritor colombiano traza el retrato absoluto del explorador alemán Alexander von Humboldt, un “esclavo de la libertad”. No solo interroga a sus contemporáneos sino a la América de la Ilustración y a sus saberes científicos. El resultado arroja a un hombre que se maravillaba más por las piedras y los musgos, los vientos y las corrientes, las orquídeas y las cavernas habitadas por murciélagos que por las muchachas en flor. Inevitable asociarlo con los aventureros de la ficción literaria.
Lo que queda de luz
Escrita con sutileza y profundidad psicológica, esta novela indaga en los quebradizos vínculos de la amistad y el matrimonio. Dosificando las vueltas al pasado, explora las vidas de dos parejas exitosas e inseparables hasta que el dolor llama a la puerta: el ancla de los cuatro ha muerto y su viuda se muda a casa de sus amigos para sacar a la luz viejos deseos y agravios que permanecían bajo la superficie. El azar, más que las convicciones, termina mostrándose como el artífice de sus vidas.
Moisés en la llanura
Dos noveletas son la carta de presentación en español de uno de los jóvenes escritores chinos con más proyección internacional: Moisés en la llanura y El aeronauta. Comparten el mórbido propósito de borrar todo límite entre la realidad y la fantasía y el desencanto frente a una sociedad víctima de una industrialización sin rostro humano. La influencia de algunos clásicos de la literatura europea es tan visible como el esfuerzo por romper con el pasado nacional.
Los prisioneros de Colditz
La leyenda cubre al castillo gótico de Colditz, enclavado muy cerca de Leipzig. No solo era una fortaleza inexpugnable sino que mantenía confinadas a las figuras más peligrosas que combatían o representaban una amenaza para el Tercer Reich, una legión de inadaptados, aristócratas, espías, homosexuales, comunistas y traidores. Esta es la historia de esos prisioneros y de la extraña sociedad que conformaron, tan desigual y estratificada como la que se debatía fuera de sus muros.
La filosofía como rito de renacimiento
Con el triunfo del racionalismo, la filosofía occidental se alejó de sus orígenes griegos cuando se consideraba “un camino espiritual o un yoga para la iluminación”, según palabras del autor; la metafísica y la teología ya no cupieron en ella. El ensayo va aún más atrás y rastrea las raíces egipcias de la filosofía griega, siendo Pitágoras y Platón los más emblemáticos. Sus principios ya se hallan en los jeroglíficos usados por los sacerdotes egipcios.
AQ