Gilliamismos. Memorias prepóstumas es una ventana a la fabulosa vida de un personaje que supo cosechar los frutos de una infancia feliz y la complicidad de sus padres para convertirse en el creador que encontró en los programas de radio su primera inspiración. La radio —dice— le enseñó a crear imágenes y despertó su interés por las voces y los efectos sonoros, mientras que la televisión le descubrió el mundo de la comedia.
Publicado por Malpaso, Gilliamismos tiene un diseño audaz, atractivo, con viñetas, ilustraciones, fotografías, apuntes al margen escritos a mano. Todo para que Terry Gilliam repase su vida, desde sus primeros años en su natal Minnesota hasta la actualidad en Inglaterra, donde radica desde 1967 y donde despegó a la fama cuando en octubre de 1969 la BBC comenzó las transmisiones del programa nocturno de los Monty Python.
Terry Gilliam nació el 22 de noviembre de 1940. Cuando cumplió 11 años, su familia se trasladó a California. Le gustaba hacer payasadas y encontró su más grande influencia en la revista Mad, “que podía ser al mismo tiempo muy inteligente e increíblemente estúpida”. Dirigió la revista estudiantil Fang y tiempo después, en Nueva York, se integró a la redacción de Help!, encabezada por Harvey Kurtzman, que había sido el alma de Mad.
Gilliam estudió Física, Arte y se graduó en Ciencia Política; aprendió cine en la práctica y en 1975, luego del gran éxito televisivo de los Monty Python, codirigió con Terry Jones la primera película del grupo: Los caballeros de la mesa cuadrada, y dos años después estrenó su primer largometraje: Jabberwocky, “una película antinorteamericana” y un homenaje a Brueghel y El Bosco incomprendido por la crítica y buena parte del público.
Otro de los éxitos de los Monty Python fue La vida de Brian, dirigida por Jones, en la que Gilliam se encargó del diseño y de la dirección de algunos fragmentos, además de actuar. Después hicieron El sentido de la vida y el grupo comenzó a disolverse. Gilliam filmó Los héroes del tiempo, que le abrió las puertas de Hollywood que él, de manera inesperada, se negó a cruzar para embarcarse en proyectos independientes, más ambiciosos artísticamente.
Como director, Terry Guilliam ha filmado películas icónicas como Brazil, Las aventuras del Barón Münchhausen, El rey pescador, Doce monos, Miedo y asco en Las Vegas, Los hermanos Grimm y El imaginario doctor Parnasus. Ha dirigido ópera y se ha rehusado a caer en las garras de una industria que todo lo exprime. En 2014 volvió a reunirse con los Monty Phyton. Fue un encuentro feliz y efímero, como todo en la vida.