De butaca a butaca en el rincón de la patria

Cine

En uno de los puntos más alejados del centro de México, tuvo lugar un diálogo entre directores, productores, fotógrafos y cinéfilos interesados en propuestas alejadas de los circuitos comerciales.

Proyección de 'La Recua' en el Cine Club Documental. (Facebook: Alan Castro)
Ivett Peña Azcona
San José del Cabo, Baja California Sur /

Fue inevitable sentir la piel erizada y el pensamiento provocado por mentes creadoras. Sentada en la butaca en la cuasi isla de San José del Cabo, Baja California Sur, fui al encuentro que como olas de mar tocan el alma. Enoc Leaño, Trudi Ángel, Darío Higuera, Inti Cordera, César Aréchiga, Simón González y Carlos Londoño fueron anclas para sumergirse en el proceso creativo. Un diálogo entre directores, productores, fotógrafos y cinéfilos que en punto de las 8:00 de la noche se reunieron del 22 al 26 de mayo. Se rompieron las asimetrías, nos olvidamos de esos márgenes que separan a los creadores, la obra y los espectadores.

Con Kijano entramos a la casa y al estudio del guerrerense Carlos Marcial Kijano que con pincel, memorias y experiencias moviliza al artista. Con La Recua viajamos a la subcalifornidad. Acompañamos el sueño de Darío Higuera, que al lomo de una mula emprende la travesía de 300 kilómetros, para hacer una historia viva. Como los arrieros que hicieron posible transportar y comerciar en el desierto. Mientras que con Sansón y Yo, la pantalla se fracturó, para entrar a una cárcel en California. Dialogando durante siete años entre cartas y visitas, se recreó la historia de vida de un mexicano que sigue dialogando entre paredes del reclusorio. La cercanía cara a cara aparece, evocando un respiro con el artista Cesar Aréchiga. Llevándonos a las más profundas oquedades que rompe el arte. 45 días en Jarbar picó tierra como una oda al mar, con 15 internos de un penal de máxima seguridad. Fue el encuentro entre sentidos de libertad que pocos conocemos. La creación con un artista plástico que abrió la puerta de la imposibilidad, acompañadas por notas del piano que detienen el tiempo en los muros del epicentro de los sueños de libertad.

El festival se cerró con la travesía de Jaguar, la voz de un territorio, sacándonos a la selva colombiana. El camuflaje se desdibuja, entre miradas de jaguares y sabios que entran al encuentro con nuestra mirada. Evocando el equilibrio con uno mismo y con los otros. De butaca a butaca, compartimos impresiones, dudas y experiencias, acompañados de Martha Sosa, productora mexicana, que era una de las nuestras, una butaca más. La intimidad que se vivió en el 13 aniversario del cine club documental, continuará cada martes a las 8:00 de la noche en la casa de la cultura Prof. Alfredo Green González en el Rincón de la patria rodeada del mar.

AQ

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