¿Qué se mira desde un faro?

Al margen

‘Mar del Sur’ es un apasionante libro de relatos de Omar Nieto en los que aparecen los demonios que nos agobian como país, sobre todo en nuestra frontera sur.

Portada de ‘Mar del Sur’, de Omar Nieto. (UACM)
Alma Gelover
Ciudad de México /

¿Qué se mira desde un faro?, se pregunta el narrador de Mar del Sur (UACM, 2024), el nuevo libro de Omar Nieto, quien desde la atalaya en la que observa y apunta las llegadas y salidas de las embarcaciones, con sus respectivos números de matrícula, para despejar la niebla de la soledad y la rutina acude a la memoria y a la imaginación para redactar una bitácora propia con historias cuyo escenario es ese lugar ficticio anclado en nuestra realidad.

Mar del Sur es un estado soberano, tiene cuatro ciudades: Perla Antigua, Barra Latina, Puerto Esmeralda y Puerto Madero (donde se encuentra el narrador), además de una extensa selva llamada Frontera Colosal. Es una zona lluviosa y cálida donde los amores furtivos y la violencia son cotidianos. Las cuatro ciudades son puertos, “paso de migrantes, cuna de maleantes e inventores de todas las desgracias, pero también de todas las esperanzas e ilusiones”. Es un lugar de paso obligado para quienes, desafiando advertencias y peligros, pretenden llegar a la frontera norte, en ocasiones ocultos o trepados en el tren de la muerte.

Omar Nieto, autor, entre otros libros, de El juego secreto de Moctezuma (2021) y Las mujeres matan mejor, abre cada capítulo de este libro de relatos con una “bitácora” en la que el narrador habla de Mar del Sur y explica sus motivos para contar estas historias, lo cierra con otra, todas fechadas en la “Capitanía de puerto” de esa “región mítica y olvidada”.

En algunos relatos se impone el suspenso, en casi todos aparecen los demonios que nos agobian como país: el crimen organizado, la trata de personas, el machismo, el rencor, la venganza (“el único bálsamo que da paz al alma”), la tristeza, el dolor, la miseria, la injusticia, la muerte que revolotea por todos lados, los secretos que todos conocen. Por ejemplo, en su “Bitácora # 6” el narrador escribe: “Hay muchas cosas que se ocultan en una bitácora de puerto, como que el ejército platica con delincuentes y viajan en las mismas embarcaciones; no se sabe si les incautan sus embarques en altamar o ahí es donde les pagan para que continúen su contrabando, pero lo que sí es seguro es que su amistad es un impuesto naviero donde todos ganan”.

Con un estilo cuidadoso, Mar del Sur es un libro que lleva al lector a navegar en aguas poco apacibles en las que la realidad es acicate para la imaginación en una región que es “cuna de historias falsas, lugares inexistentes y destinos con densidad de pozo”.

AQ

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