Master Curator

Casta diva

Cinco concursantes, cuatro miembros del jurados, un objetivo: ser la nueva estrella de la curaduría.

"El Master Curator se hará con las mismas reglas de la franquicia Master Chef". (Montaje: Ángel Soto)
Ciudad de México /

El Arte VIP exige un nuevo sistema de selección de curadores, la respuesta es el reality Master Curator. El Guggenheim, el MoMA y la Tate Modern han convocado a realizar este reality show y generar un espectáculo rentable por la situación de sobrepoblación curatorial.

El Master Curator se hará con las mismas reglas de la franquicia Master Chef. Se aceptarán cinco concursantes por serie, y habrá cuatro miembros del jurado, todos ellos directores de distintos museos. Las pruebas se realizarán a lo largo de varias sesiones, y los aspirantes demostrarán sus habilidades curatoriales.

Primera prueba “Escritura de texto de sala y catálogo”. El jurado asignará una obra a cada concursante, el texto más ilegible, rebuscado, con invención de palabras, carente de sintaxis será el que más posibilidades tenga de ganar, la meta es que el jurado no pueda acertar de qué habla el curador y ni de qué se trata la obra.

Segunda prueba “Artist Finder”. El aspirante encontrará un talento artístico VIP, la dificultad está en que entre más inútil, simplista, étnico y activista sea el artista VIP, más posibilidades tiene el curator de pasar al siguiente nivel.

Tercera prueba “Artsy Look”. Los curators son un rango diferente de intelectuales, tratan con coleccionistas millonarios, asisten a ferias y viajan por el mundo, en la tercera prueba tendrán que demostrar su carisma y fashionismo, deberán ser “distintos”, parecerse a sus exposiciones, es decir si son expertos de performance, de feminismo, en objeto encontrado, en readymade, su apariencia debe transmitir eso y dar confianza al coleccionista.

La cuarta prueba “Justificación de exposición”. El jurado les dará a los participantes la misma sala con la misma obra, una mesa de ping pong, es lo único que hay expuesto, los curators escribirán un texto explicando qué es la obra, por qué está ahí la mesa e invitar a una serie de “activaciones”, “interacciones” y “correlaciones” entre la mesa y el público. La propuesta que involucre más diversidad y formación de públicos será la seleccionada.

La Gran Final es “Diálogo recontextualizado”. Analizando la capacidad de observación de los curators, el jurado les asignará una obra clásica de arte verdadero para que establezcan diálogo con una obra de arte VIP, por ejemplo: un cuadro de Botticelli, el curator lo pondrá a dialogar con una performancera pasada de peso, especializada en desvestirse. El diálogo que demuestre que el arte verdadero y el arte VIP involucran el mismo grado de inteligencia, belleza, talento y esfuerzo, será el ganador.

Las nuevas estrellas de la curaduría están por emerger y tomar las salas de los museos, eliminando a los curators obsoletos, gente nueva y efímera es la moda.

ÁSS

  • Avelina Lésper

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