'Matar al candidato': el crimen de Colosio en novela gráfica

La historia de México, dice el escritor F. G. Haghenbeck, está llena de eventos terribles. Uno de ellos —asentado entre los más perturbadores— ocurrió hace 25 años, el 23 de marzo de 1994: el asesinato del entonces candidato presidencial Luis Donaldo Colosio.

Ese crimen sin desenlace es el eje de Matar al candidato, novela gráfica publicada por Sexto Piso con los textos de Haghenbeck y los dibujos de Bernardo Fernández Bef.

En poco más de 50 páginas conocemos a Elsa, una periodista a quien le es comisionada una investigación a propósito del 25 aniversario del asesinato. “Ella tiene que enfrentar sus propios demonios y sus problemas personales”, explica Haghenbeck. Al mismo tiempo, la protagonista es el paradigma que sintetiza a “un grupo de reporteras que están trabajando durísimo para encontrar la verdad”. Y Bef añade:”San Juana Martínez, Lydia Cacho, la propia Laura Sánchez Ley… gente que además se juega la vida”.

—La novela sobre Colosio no arranca con su asesinato, sino con uno que ocurrió 66 años antes, en 1828…

Bef: Sí, porque brillantemente Paco [Haghenbeck] vincula los dos magnicidios. El de Obregón para nosotros ya es historia antigua, pero tiene un montón de similitudes: el tipo también tiene un proceso amañado, es candidato a Presidente, lo mata un presunto asesino solitario, pero aparecen balas de varias armas. En ambos casos nunca queda esclarecido qué es lo que sucedió.

—Incluso en la música hay similitud

Haghenbeck: Así como en el asesinato de Obregón era “Limoncito” la canción que se escuchaba, en el de Colosio fue “La culebra”: dos canciones que quedarán marcadas por los asesinatos que sucedieron mientras sonaban.

—En el asesinato de Colosio hubo muchos elementos sonoros, ¿cómo hicieron para traducir eso al papel?

Bef: Busqué usar un estilo diferente al que siempre dibujo. Siempre tengo un estilo tipo infantil-caricatura. Para este proyecto lo que hice fue un estilo más realista. Decidí hacer el experimento gráfico de ir cambiando los estilos cada secuencia, de manera que éste fue un hallazgo de serendipia: descubrir que tener varios estilos tan diferentes refleja el caos en el que se desenvolvió la investigación del asesinato de Colosio.

—¿Buscaban respuestas?

Haghenbeck: No, buscábamos memoria.

Bef: En una novela gráfica no podemos resolver quién estuvo detrás del asesinato, o quién jaló el gatillo. Pero sí buscábamos no olvidar que en 1994 mataron en Lomas Taurinas al candidato presidencial. No armamos el rompecabezas, lanzamos las piezas para que se vean todas juntas.

—En un punto de la novela, un personaje dice que "la literatura no es una amenaza"

Haghenbeck: Es la verdad. En Rusia, hoy en día a un escritor que está en contra del sistema lo meten a la cárcel. Aquí no, aquí lo premian y lo llevan con los diputados. Por desgracia el desmantelamiento del sistema educativo que tenemos en México está hecho a propósito para que sucedan cosas como lo de Colosio, para que la verdad nunca sea esclarecida.

ASS