En México hay excelentes músicos que por diversas circunstancias quedan relegados. Uno de ellos es el legendario compositor, arreglista, flautista, saxofonista, armoniquista y productor Arturo Cipriano, mejor conocido como Ciprianodonte, que en octubre del año pasado dio a conocer su nuevo disco Universonoro: En Tiempos Tan Canijos, una de las propuestas más originales que se pueden escuchar en la actualidad, la cual finalmente se estrena en plataformas digitales.
Free jazz, folk, poesía, samba y otros tonos caribeños es parte de lo que encontramos en este collage sonoro compuesto por 23 temas originales donde, además de Cipriano, participaron otros 69 músicos: piano, flauta, saxo, marimba, batería, instrumentos autóctonos y voces con cierta tendencia operística, se empalman perfectamente en esta cuidada obra. La palabra también ocupa un sitio importante en la idea artística de un músico que se define como un “alma de jazz en una amalgama rítmica e improvisación”. Para los que gustan de las etiquetas, Universonoro se puede calificar de “jipi/ hop chalmero”, a decir del músico. Ahora, el también fundador de agrupaciones tan emblemáticas como Talón San Cosme, La Nopalera, Mitote jazz y Ciprianodonte, nos habla sobre este disco:
— Lo que has hecho desde el principio, lo podemos enmarcar dentro del jazz, salvo La Nopalera.
Sí, podría decirse. Solamente que respeto mucho que me llamen jazzista porque es un vocabulario severo. En la banda hemos tocado cosas de Hermeto (Pascoal), de Ellington, alguna vez a Ornette (Coleman). El jazz es un vocabulario en serio, así que tengo el término acotado.
— El interludio, digámoslo así, que fue La Nopalera fue otra cosa. Recuerdo que los puristas folclóricos de esos días no los querían.
Fíjate que los folclóricos nos criticaban porque no traíamos bombo ni poncho ni quena. Pero mira qué fortuna, después de Francis Laboriel llega la Maru (Enríquez) y con la Maru la amistad con los Toussaint y ahí da también el grupo un vuelco. En el primer disco participó Alejandro Corona y fue un madrazo.
— El nuevo material, Universonoro, es un trabajo muy personal y propositivo.
Te presumo que en esta grabación casi todos son amigos, son 69 musicantes y musiqueras. No vamos a sacar el formato de disco porque la gente ya ni tiene equipo para tocarlo, nada más va estar en las plataformas como Bandcamp.
— El piano es una presencia importante en todo el proyecto, pero las vocales tienen un toque especial porque llegan a sonar muy operísticas.
Odiseo, mi hijo, estudio ópera y hay gente que se lo nota. Él tiene la habilidad de ir más a lo que es el canto popular, pero sí tiene la dicción operística. Él se aferró desde niño a cantar con la banda. Es el primer cantante hombre que tengo en todas las bandas; ha sido una sorpresa muy grata.
AMS