La colección de textos de Jonas Mekas sobre los años sesenta en Nueva York, en los que él fue protagonista y testigo del torrencial movimiento cultural que afectó todas las esferas de la vida social, no deja indiferente a nadie.
Cuaderno de los sesenta. Escritos 1958-2010 es una lección de crítica, una ardiente defensa de la perversión en “una sociedad bastarda, estandarizada, conformista y enferma”. Es un libro, publicado por la editorial Caja Negra, en el que Jonas Mekas documenta la historia de su generación y repasa su propio trabajo como director de películas como The Brig, en la que filma una obra de teatro sobre la vida de un grupo de marines en una cárcel.
Jonas Mekas nació en Lituania en 1922, desde muy joven se interesó en el teatro y la poesía. Llegó a Estados Unidos en 1949, donde se integró a la vanguardia y se convirtió en el más entusiasta promotor del cine underground, en el que participaron artistas e intelectuales como Susan Sontag, quien en 1969 dirigió su primera película, de la que Mekas platica con la escritora y es una extraña parábola acerca de los juegos del poder.
Desde la columna que comenzó a publicar en 1958 en la revista Village Voice, Mecas llamó la atención sobre fenómenos culturales como el Fluxus, el Pop, el Underground. Escribió sobre el impacto de la Generación Beat en la literatura y sobre la música de John Cage, de su profundidad y pureza, que —como todo arte verdadero, dice— “en vez de encerrarnos en un sueño, despierta nuestro verdadero ser, nos expande, nos hace libres”.
Cuaderno de los sesenta es un paseo crítico por el cine, el teatro, el performance y todas las creaciones de la escena independiente neoyorquina. Es también un anecdotario en el que Mekas nos cuenta, por ejemplo, cómo en 1964, con la ayuda de Harold Pinter, logro pasar de contrabando, de París a Nueva York, la película Una canción de amor, la única incursión de Jean Genet en el cine, en la que aborda el tema de la homosexualidad.
Uno de los apartados más conmovedores del libro narra su último encuentro con Allen Ginsberg, su muerte y velorio rodeado de monjes tibetanos. Otro destaca su larga conversación con Pasolini sobre la crítica y el nuevo cine. Uno más habla del trabajo fotográfico y fílmico de Andy Warhol, uno de sus amigos más cercanos a quien define como un “artista total”, alguien que devolvió al cine su esencia para de ahí reinventarlo.
Richard Foreman, Joseph Cornell, Peter Kubelka, Hermann Nitch, son otros de los personajes que aparecen en esta suma del arte más radical, donde también tienen un lugar destacado John Lennon y Yoko Ono, con quien el autor conversa acerca de sus películas, experimentales como Fly, que se centra en el vuelo de una mosca, o Legs en el que pasan revista a las piernas de 333 personas de la comunidad artística de Nueva York.
Cuaderno de los sesenta son palabras, propuestas que “iluminan una ideología contracultural que resuena hasta el día de hoy”.
AQ / MCB