El mundo de Pablo Carbonell

Personajes

Escritor, cantante, humorista y dibujante, el líder de Los Toreros Muertos narra sus días y noches con absoluta honestidad en el libro El mundo de la tarántula.

Pablo Carbonell, líder de la mítica banda Los Toreros Muertos. (Foto: EFE)
Andrea Serdio
Ciudad de México /

El mundo de la tarántula, publicado por Blackie Books, es un libro de Pablo Carbonell sobre su infancia, sus padres, sus amigos, sus primeros amores; sobre su afortunada amistad con Pedro Reyes, muerto el 25 de marzo de 2015, con quien formó una de las más célebres parejas humorísticas de los ochenta en el programa de Televisión Española La bola de cristal, estelarizado por Olvido Gara, mejor conocida como Alaska.

Dibujante, actor, director de cine, líder de la mítica banda Los Toreros Muertos, Carbonell nació el 28 de agosto de 1962 en Cádiz, pero creció en Huelva. Nunca le gustaron los deportes. En cambio, desde niño le interesaron los libros y la música; le gustaban las mujeres, pero sus primeras experiencias sexuales fueron con hombres. En la adolescencia se aficionó al alcohol y a los ácidos, y descubrió su vocación de actor al lado de su hermano Enrique y de Pedro Reyes, con quienes participó en un grupo de teatro infantil.

Con Pedro Reyes vivió numerosas aventuras. Fueron cómicos callejeros, recorrieron ciudades y escenarios en busca de fortuna. Actuaron por primera vez en televisión en El carro de la farsa y después, cuando la apertura a la libertad de expresión comenzaba a consolidarse, se integraron al programa más contracultural e irreverente de la época, La bola de cristal, donde triunfaron con sus locuras.

En 1985, Pablo decidió formar un grupo, un grupo estrafalario, divertido. Contra la opinión de mucha gente, lo llamó Los Toreros Muertos. Él era el cantante, el gallego Many Moure, el bajista, y el argentino Guillermo Piccolini, el tecladista. Con el apoyo de Joaquín Sabina, firmaron con Ariola, con la que en 1986 grabaron su primer álbum: 30 años de éxitos, que incluye canciones como “Yo no me llamo Javier”, “Mi agüita amarilla” y “Soy un animal”.

Políticamente incorrectos, desaliñados, atrevidos, Los Toreros Muertos tuvieron su despegue definitivo cuando actuaron en vivo en La bola de cristal. Siguieron otros tres álbumes: Por Biafra, Mundo Caracol y Cantan En Español; siguieron más éxitos y giras por Latinoamérica, triunfaron en Colombia, y en México, en 1987, les negaron el permiso para actuar por el lenguaje fuerte de sus canciones. Eran otros tiempos.

En 1992 el grupo se disolvió y Carbonell vivió la intemperie de la falta de dinero. Volvió a la televisión como reportero surrealista en La noche se mueve, fue guionista de El peor programa de la semana y regresó a la cima como reportero en Caiga quien caiga, donde tenía como blanco a celebridades de la España democrática. Después, ha hecho cine, ha escrito, se ha puesto a recordar y a decirle adiós a sus grandes amigos.

El mundo de la tarántula es la vida de un farandulero, de un hombre que fatigó los días y las noches y cuenta sus experiencias con absoluta honestidad. Un hombre que, luego de ese libro de memorias, se atrevió a incursionar en la ficción con Pepita (Destino, 2019), una novela delirante, con personajes surrealistas, en la que un padre y su hijo inventan una fiebre del oro para atraer huéspedes a su maltrecha pensión.

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