Poemas con ficción

Literatura

En la poesía de Gerardo Deniz todo fluye con una lógica novelesca, se despliega con la unidad de escenas memorables.

Gerardo Deniz, 1934-2014. (Cortesía)
Gabriel Zaid
Ciudad de México /

Cosa rara: Gerardo Deniz empezó a publicar sus libros de poesía a la edad en que otros han dejado de hacerlo: a los 36 años. Y sus poemas fueron raros. Elementos llamativos: Un vocabulario que rescata palabras inusitadas (o inventadas sobre la marcha). Tecnicismos transformados por el uso poético. Citas y alusiones eruditas, como de un especialista que se dirige a otro, y no al lector profano (que se las arregla como puede). La evocación de lugares exóticos (o lugares comunes que se vuelven exóticos). La invención de situaciones grotescas. El suspenso narrativo de referentes nada claros, cuya elusividad juega con el lector detective. El desenfado de una sexualidad sarcástica, las ínfulas extrañas de un amor que se desinfla.

De todo esto se pudiera esperar lo que Leo Spitzer llamó “enumeración caótica”. Pero no hay tal. Todo fluye con una lógica novelesca, se despliega con la unidad de escenas memorables. Además, de un poema a otro y de un libro al siguiente, el protagonista se perfila negativamente. No es un Quevedo satírico que refina la burla o el albur con extraordinaria creatividad. No es un Fausto hastiado de la ciencia y salvado por el amor. No es un erudito perverso, como el que se creyó ver en Julio Torri. Es un sabio que hace observaciones de laboratorio sobre la vida, con una pasión despectiva que recuerda a Nietzsche. Pero Nietzche no tenía sentido del humor.

Deniz también es el autor de una hazaña ociosa: “El palíndromo más largo del mundo”, como lo celebramos sus admiradores, aunque él lo tituló modestamente “Palindromía” (revista Vuelta, febrero 1977, sección La Vid A Leve, p. 56).

Se llama palíndromo a la frase que (letra por letra) dice lo mismo de ida que de vuelta. Por ejemplo: Anita lava la tina. Que, al revés, dice: anit al aval atinA.

De igual manera, el palíndromo de Deniz, que empieza: ¡Pireo! ¡Neón! y termina: ¡Noé, Noé!

RIP, dice lo mismo, si se empieza a leer desde el fina: PIR ¡éoN! ¡éoN!

“Anita lava la tina” tiene cuatro palabras. “El palíndromo más largo del mundo” tiene 195.

AQ

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