"Conjuro de la bailarina", un poema de Jorge Esquinca

Poesía

Jorge Esquinca recibió el Premio Jalisco en el área de Literatura; celebramos con este poema inédito.

"Acompaña, ángel o nahual, mis andanzas de pájaro rasante aquí en la tierra". (Ilustración: Prabha Karan)
Laberinto
Ciudad de México /

A Gabriela, en su danza


Señor mío, demonio, o divinidad

atmosférica, te pido: deja

que el aire sea siempre

lo que siempre ha sido, aire

hecho de naderías respirables.

No permitas su radical mutación,

no lo vuelvas sólido muro,

pared intraspasable.


Deja que yo vaya y venga

en él, a través de él, transparentito,

con mis veloces pasos concertada.

No dejes que interrumpa mi vaivén

de siglos, mi puntiaguda carrera,

con un STOP de dura piedra encalada;

mira que rota llevo la nariz,

que fragmentado el múltiple tobillo,

que de sangre y hospital vengo rendida.


Acompaña, ángel o nahual, mis andanzas

de pájaro rasante aquí en la tierra;

que a través del aire yo pueda y pase,

elástica de silueta, ligera de clavícula,

y en aire dócil todo lo que soy aliente,

y me despliegue airosa, y transfigure en vuelo.

ÁSS

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