Con una organización impecable, el domingo 26 de noviembre Marisol Schulz Manaut dio la bienvenida a este homenaje, que cimbró al “mundo” allí presente. Acompañada de Nicolás Alvarado, iniciaron tres sesiones. Se nos dijo que era una plática espontánea y de algún modo así se desarrolló. Los invitados a participar —un privilegio entrañable— fuimos pasando de tres en tres. Me tocó la sesión de en medio, “Raúl Padilla y sus proyectos”. Imposible hablar de estos, que Raúl los sigue inventando. Recordé el epígrafe que le puse a un breve escrito que Laberinto de MILENIO publicó el sábado 8 de abril de 2023, precisamente por la ausencia física de Raúl Padilla López. Dicho epígrafe, de un soneto de Sor Juana (que inicia: “Si los riesgos del mar considerara”) me dio la clave para armar algo de los proyectos del Licenciado. Dirían que es una pretensión, y lo es: “intervenir” un soneto de Sor Juana, pero ¿por qué no?
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A Raúl Padilla López:
Encarece de animosidad la elección de estado durable hasta la muerte
Si los riesgos de la UdeG considerara
Raúl no se embarcara, si antes viera
bien su Jalisco, nunca se atreviera,
joven bravo ni proyectos inventara.
Si del fogoso inicio imaginara
la visión imparable en su carrera,
universitario tan prudente, nunca hubiera,
quien con discreta mano le enfrenara.
Pero fue cargo a cargo tan osado,
que, no obstante el desafío, al mismo Estado
tejió con redes, mano atrevida,
y en rápido haz de luz el Licenciado
todo lo hiciera, y no colmando todo
lo logrado, así ha de ser Raúl Padilla.
Y ahora, una acotación que igualmente leí:
Marisol Schulz me ha invitado y le agradezco. Creo que fue por mi frase “Raúl Padilla López no siempre fue ‘El Licenciado’”. Pero lo fue y lo sigue siendo. Licenciado y abogado también: de las ferias, los editores, los lectores… También es arquitecto: del destino de la FIL y de otros destinos. Sus proyectos nunca paran. Midas cultural que, desde un principio en sus proyectos, fue haciendo mayoría a la minoría femenina.
No solo en Guadalajara, ni en la FIL.
LéaLA apenas comienza aunque “endenantes”.
Cuando niño salió del Cervantes y ahora Sor Juana lo espera en Los Ángeles. Oficial mayor, cuando era menor, de las Áreas Administrativas y de las Humanidades de la UdeG. Estudiante mayor cuando bastante menor ingresó a Filosofía y Letras. Y se hizo historiador y antes presidente de nuestra facultad. De cuántos lugares fue presidente, ¿de cuántos? Cruzó fronteras en los niveles escolares, en las geografías de Jalisco y fue a buscar a los migrantes que dejaron Comala aún más vacía. El lazo negro de luto en las paredes de lágrimas de la universidad es una enredadera que cambia de colores. Por el sol tapatío de los días y la perla de luna donde se engarza. Él mismo es un vacío, pero un vacío lleno que deja tarea a los mil seguidores y cómplices de sus proyectos. Se despidió un día 2, en víspera del día de su cumpleaños: en el mes, víspera de su cumpleaños; un año en víspera de cumplir una década más. No le gustaba cumplir años. Nacido un lunes de 1954, retó lo que se dice del día lunes: trabajó cada semana más de sus siete días. Desde el domingo 2 abril de 2023, Raúl Padilla López es un eco, una leyenda, un mito, un rito a los libros, una sonrisa, una timidez profunda, un toque de oro que lo hizo el Midas de la cultura mexicana. Sí, es insustituible.
Poco después, concluyó el más hermoso homenaje de la FIL a su fundador. Un canto a la alegría —“escucha hermano”—, aplausos que no terminan. Sin discriminación de ninguna clase, las lágrimas fluyen de tristeza, de alegría, de nostalgia, de esperanza.
* Título de la Redacción
AQ