Susana Zabaleta: de la ópera al drama

Doble filo

De gustos culposos, osos en el escenario, sus mentadas de madre a los Moreira y más nos habló la cantante mexicana en este vaivén de preguntas y respuestas.

Susana Zabaleta comenzó su carrera en la ópera, después incursionó en la comedia musical y en el canto popular
Fernando Figueroa
Ciudad de México /

Luego de iniciar su carrera artística en la ópera (La Traviata, El elíxir de amor, Dido y Eneas), la soprano Susana Zabaleta incursionó en la comedia musical y en el canto popular.

Inquieta, acaba de terminar una corta temporada en el papel estelar de la obra Casi normales (Next to Normal), con libreto y letras de canciones de Brian Yorkey, ganadora en 2010 del Premio Pulitzer de teatro, con música de Tom Kitt.

—Sin tratar de darle patadas al pesebre, ¿Cats sería como el kínder y Casi normales la universidad en tu carrera de teatro musical?

No. Violinista en el tejado sería el kínder y Casi normales el doctorado.

—¿Casi normales es un psicoanálisis de dos horas?

Es una forma de desahogar lo que un ser humano trae dentro: llámese dolor, angustia, bipolaridad. Hay que drenar.

—¿Interpretar a una mujer bipolar y esquizofrénica no es jugar con fuego?

Eso lo tenía clarísimo desde el primer día que dije sí, y por eso sólo me comprometí a hacerlo tres meses. El que fue, fue; y el que no, me vale madres. Si me quieren ver en otra onda, el 15 de mayo voy a estar en el Lunario con Cecilia Toussaint.

—¿Andrew Lloyd Weber o Verdi?

No inventes. Es como con mis hombres: el mejor es el último que he tenido.

—¿Qué se siente encarnar a Violetta en La Traviata?

Intimidad, desesperación. Te vuelves más loca de lo que eres.

—Tu cantante favorita de ópera.

De ahorita, Sumi Jo.

—¿Y favorito?

Enrique Ángeles, barítono mexicano.

—Un aria que te sulibeye.

“Casta diva”, con la Callas.

—¿Te gustaría que tus descendientes hicieran un show con tu holograma?

¡Qué difícil! Creo que no.

—¿Qué le falta a “Bésame mucho” para ser un aria?

Nada. La han interpretado las y los mejores cantantes del mundo. Y, ¡ojo!: “Bésame mucho” conlleva bésame bien, pendejo.

—Tu mayor travesura como estudiante en Italia.

Una amiga y yo andábamos sin un quinto, teníamos hambre y ganas de vino. Entonces cantamos en la Piazza Navona de Roma arias de ópera y canciones mexicanas. Recogimos el dinero con un zapato y eso nos duró para comer tres días.

—¿Te gusta culposamente alguna canción de reguetón?

No, pero culposamente sí oigo a Bronco.

—Tu “oso” más grande en un escenario.

En Cats, luego de 400 representaciones, olvidé todo el texto y me desmayé.

—¿Tu ópera favorita?

La primera que escuché: Cosi fan tute.

—¿En tu sepelio quisieras el Réquiem de Mozart o boleros?

Boleros, por supuesto.

—¿Te gustaría que una calle de Monclova llevara tu nombre?

No una calle, el Teatro de la Ciudad, pero como le menté la madre tantas veces a los Moreira, nunca se lo pusieron.

ÁSS


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