500 años no es nada ante un instante de propaganda, si se desbarata en el camino, no importa, más drama, más show. El Penacho de Moctezuma es parte de nuestra fantasía nacionalista, de la imagen de víctimas que hemos cultivado con esmero masoquista.
Se supone que Moctezuma lo regaló a Hernán Cortés. Es un hecho que desde 1596 aparece en el inventario de la colección en el palacio de Tirol, Austria, del archiduque Fernando II de Habsburgo, era parte de su gabinete de maravillas, regalo de sus aliados españoles, gobernados por Felipe II, unidos por su ultra catolicismo, en la Liga Católica, defensores del Sacro Imperio Romano. El caso es que ese objeto ha estado más tiempo en Europa que en tierras mexicanas y por eso ha sobrevivido intacto. El Museo Etnográfico de Viena lo tiene perfectamente conservado, con una vitrina especial, clavada al piso, con temperatura y revisiones puntuales. Eso cuesta dinero.
Los expertos tienen la certeza científica que su estado de fragilidad les impide moverlo, y una vez dañado sería irreparable, así que ante este dilema hemos pensado en una solución y Plan Maestro:
Convertir al Penacho de Moctezuma, o de quien sea, en un NFT.
En calidad de reliquia sagrada digital, se ubicará en el museo-templo Tenochtitlandia para verlo y venerarlo. El NFT encriptado será accesible sólo para los héroes de la nación que amen a la patria. En el museo-templo habrá un largo video y fotografías del héroe nacional que rescató la reliquia para el pueblo de México. En una pantalla con la imagen del penacho sagrado en holograma, el público se hará el selfie como si lo trajera puesto. La ventaja de encriptarlo en un NFT es que no gastarán en mantenimiento y restauraciones, ni en vigilancia porque nadie se lo va a robar, a menos de que los enemigos infieles lo hackeen. Entre los atractivos habrá carritos chocones de aztecas contra conquistadores.
El nombre “Penacho de Moctezuma” y su imagen serán registrados como marca comercial, para que nadie pueda utilizarlo, y sea un símbolo religioso de exclusiva veneración de la patria.
Producirán una telenovela de 900 capítulos, equivalente a tres años al aire, con las vicisitudes y dramas del Penacho, y los héroes que lo repatriaron. La telenovela aparecerá en cadena nacional y en radionovela para la Hora Nacional. El reparto estará integrado por actores y principalmente los involucrados en esta odisea que se actuarán a sí mismos. En la introducción de la telenovela, para contextualizar el milagro de la repatriación, se dará la nueva versión de la Historia de la Conquista, revisada y aumentada, para hacer una elipsis y llegar a la actualidad.
En estos tiempos de idolatrías instantáneas y dioses pasajeros, las reliquias son parte del pensamiento mágico colectivo que infla las encuestas de popularidad. No existe una sola prueba de que perteneció a Moctezuma, lo que sí sabemos es que va a pertenecer al que sea capaz de traerlo. El Penacho es un trofeo, la posibilidad de que alguien se convierta en ídolo nacionalista.
AQ