La ignorancia al poder. La lucha frontal no es en contra de un virus, es en contra de la cultura, el arte y el conocimiento. Es una guerra desigual y el Estado va ganando. El autoritarismo no reflexiona, es reactivo. El decreto para que los ministerios no ejerzan el 70 por ciento de su presupuesto de la partida 3000, y lo regresen a Hacienda, dejó paralizados a los museos, teatros, centros culturales, zonas arqueológicas y toda la red de recintos de la Secretaría de Cultura.
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Este recorte, otro más desde que inició este gobierno, promotor de la ignorancia, deja a los recintos sin dinero para operar. ¿Esto qué significa? Ahí va la lista de todo lo que el gobierno le quitó a nuestros recintos, porque los hemos sufragado con nuestros impuestos:
- Electricidad, desde iluminación hasta aire acondicionado, para mantener temperatura especial de las exposiciones, se apaga.
- Seguridad, vigilancia y resguardo, no se pagará más.
- Seguros de obras de arte, cancelados, por lo tanto, no habrá exposiciones.
- Agua, el museo de Antropología llega a recibir 50 mil personas en un día, no hay presupuesto para agua y lavar los baños, ni limpiar museos.
- Telefonía de todo tipo y servicios de internet, el personal no tendrá cómo trabajar.
- Servicio de arrendamiento de transporte, no hay con qué trasladar obras, no importa, de todas formas, tampoco hay con qué exponerlas.
- Arrendamiento de mobiliario, como vitrinas, pedestales, tampoco se pagan.
- Pago de servicios profesionales como científicos y técnicos, entonces no se pueden contratar curadores, historiadores, arqueólogos, investigadores, cursos de capacitación, cursos especiales con expertos, nada, entre más ignorantes, más cerca del cielo protector.
- Servicios de diseño, arquitectura, se van, no más remodelaciones, estudios de recintos históricos, nada.
- Servicios de impresión, desde fotocopias, hasta carteles, catálogos, y trípticos, estudios científicos, planos, nada.
- Embalaje y almacenaje, las obras de arte ya no se pueden empacar ni resguardar.
- Servicios de reparación y conservación, ya olvídense de restaurar una obra o un edificio, son lujos, nada.
- Servicio de limpieza, jardinería y fumigación, sin esto no se puede ni abrir la puerta de un museo.
- Exposiciones, finalmente, ese rubro específico, también está sin un centavo, el secuestro de la partida 3000 ordena que no haya exposiciones.
Es necio preguntar qué pretende el Estado suprimiendo, castigando y persiguiendo la divulgación del arte y la cultura, mientras declara públicamente que “nosotros sí apoyamos a la cultura, que no somos como los conservadores”. Los caprichos siguen vigentes, el Orozco Park es “prioritario”, proyecto opaco y excluyente. El Centro Cultural Los Pinos, fracasado. El pueblo bueno, fraterno, levanta los brazos exclamando: ¡Que vivan las cadenas! ¡Cadenas de la ignorancia, la estulticia y el cinismo! ¡Qué vivan!
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