La actriz que fue hermosa y que está por dejar de serlo, la actriz cuyos mejores años pasaron ya; la actriz que se interpreta a sí misma. Estos tópicos del cine y la literatura están, claro, inspirados en la vida real. Y en torno a todos ellos gira la película Viaje a Sils Maria (conocida también en español como Las nubes de María). La película fue dirigida por el notorio crítico y cineasta francés Olivier Assayas y estuvo nominada a la Palma de Oro en el año de 2014.
Viaje a Sils Maria tiene la estructura de una puesta en abismo, esto es, narra una ficción al interior de otra ficción: María Enders es una actriz madura que cuando era joven interpretó en teatro a una atrevida muchachita que enloquece a otra mujer y la conduce al suicidio por amor. Ahora, a punto de volver a presentarse la obra después de muchos años, los productores londinenses han decidido que María debe ser la mujer madura. Enders entiende esta decisión como una señal de que el tiempo ha pasado, la vejez está en puerta y es momento de pensar en el adiós.
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Hay en esta sinopsis material suficiente para que Olivier Assayas desarrolle un drama psicológico construido de forma especular. Porque Viaje a Sils Maria no sólo habla de la madurez de Juliette Binoche al interior de la obra y en la vida real, habla de la juventud de Kristen Stewart y Chloë Grace Moretz, quienes reflejan lo sucedido al interior de la obra que se está montando.
Pero las imágenes especulares no se quedan aquí. Son muchos los modos en que Stewart se transforma en Binoche y ella en Moretz. Hay que verlo, pues además la película goza de momentos poéticos y mantiene nuestro interés. Uno se embelesa en ella con las nubes de Suiza que devoran montañas como si fueran serpientes, uno se introduce en la historia de esta joven asistente que tiene un aire misterioso. Y en la vida de esta mujer que estuvo enamorada del escritor de la obra de teatro que ahora está ensayando.
Hay sin embargo algo mucho más importante, algo que, incluso, necesitamos agradecer. Viaje a Sils Maria está escrita para ser un duelo de actuaciones entre Stewart y Binoche. Uno asiste a este encuentro como quien analiza una partida amistosa entre dos campeones de ajedrez, uno joven y otro ya llegado a la madurez. Kristen Stewart necesita convencer al público de que es una gran actriz casi de inmediato. Necesita brillar con la luz que le presta Binoche. Y lo logra, pero la protagonista, Juliette, es la dueña del resplandor. Le permite a la otra lucirse un tiempo, pero llegado el momento hace estallar su energía.
La historia de la actriz madura que se interpreta a sí misma está en Bergman y en Wilder. También en La Gaviota de Chéjov (otra puesta en abismo). Juliete Binoche es en Viaje a Sils Maria una Irina Arkádina que está consciente de que se acerca el tiempo de morir. Se trata en el fondo de la historia de cómo pasa la gloria del mundo, y por ello no pierde su vigencia. Assayas ha realizado una película hermosa y profunda; hecha con elegancia y buen gusto. Uno lo agradece, pero agradece sobre todo que Juliette Binoche vuelva a ser la gran actriz que no veíamos hace tiempo. Uno agradece que esta gran artista haya dejado al menos por un momento los papeles decadentes de sus últimas películas y que en la lucha histriónica entre dos artistas, Juliette Binoche emerja triunfante para seguir siendo “La Binoche”.
Viaje a Sils María (Las nubes de María) puede verse en México en Amazon Prime, Apple TV, Google Play y otros servicios de streaming.
SVS | ÁSS