Burroughs, el padrino de la generación beat

Personajes

Crítico implacable de su país, el escritor estadunidense influyó en un puñado importante de escritores, además de músicos como Kurt Cobain e Iggy Pop.

William S. Burroughs, por Christiaan Tonnis. (Vía Wikimedia Commons)
Andrea Serdio
Ciudad de México /

William Burroughs es el padrino de los escritores de la generación beat, el profeta del caos, el rebelde que nunca se sujetó a modas ni tendencias, nació el 5 de febrero de 1914 en San Louis Misuri. Miembro de una familia burguesa, tuvo una educación esmerada y desde niño fue un lector compulsivo. Estudió en Harvard, donde conoció a T.S. Elliot y se esmeró en crear un lenguaje particular.

Homosexual y drogadicto, culto e ingobernable, con marcado interés por la ciencia, el ocultismo y las armas, Burroughs, con el ritmo sincopado de su escritura, fue un marginal por decisión propia, un hombre que nunca renunció a la transgresión y fue celebrado por escritores como Jack Kerouac, Allen Ginsberg y todos los demás protagonistas del movimiento beat.

Autor de obras como Junkie, Queer, El fantasma accidental y Las últimas palabras de Dutch Schultz, tuvo su mayor éxito con El almuerzo desnudo, escrita en Tánger y publicada en París en 1959. La novela, que escandalizó a la sociedad norteamericana, cuenta las experiencias de un drogadicto y fue llevada al cine en 1991 por David Cronenberg.

Burroughs fue un crítico implacable de los Estados Unidos, de su hipocresía y moralina. Por eso huía constantemente de su país para refugiarse en lugares como México, a donde llegó a finales de los cuarenta y donde experimentó la tragedia de matar de su mujer, Joan, de un tiro, cuando, borrachos y drogados, imitaban la hazaña de Guillermo Tell y su hijo.

Después de pasar unos días en la cárcel, Burroughs fue liberado, radicó en Tánger y Europa, y volvió a su país para continuar viviendo y escribiendo desaforadamente. En los sesenta se instaló en el mítico Hotel Chelsea de Nueva York, donde durante varios años tuvo encuentros con personajes de la contracultura como Andy Warhol y Basquiat, tan rebeldes como él.

La literatura de Burroughs influyó en grupos como Velvet Underground, en músicos como Kurt Cobain e Iggy Pop, quienes le rindieron homenaje en canciones como la célebre "Heroin", ese canto a los sueños rotos de una generación que no deseaba sino escapar de la realidad.

Durante muchos años, el autor de Nova Express, con su voz grave, gastada por el tiempo y los excesos, expuso en conferencias sus ideas sobre la libertad y las drogas. Estas ideas también están en las películas de Cronenberg o Gust Van Sant, quien lo incluyó en un cameo de su célebre Drugstore Cowboy.

William Burroughs murió el 2 de agosto de 1997, tenía 83 años pero había vivido como mil. Escribió sobre sus experiencias y nos legó la sana costumbre de llamar a las cosas por su nombre, con humor y valentía.

En la literatura, en la música y el cine está el pensamiento transgresor de William Burroughs, el indomable habitante de un mundo marginal y furtivo.

ÁSS​

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