Zumban las moscas, el aire fantasea al ser
continuo, resplandor de la piedra, la música del agua.
Confesar
la santidad de abril, apresura la lluvia al ofrecimiento
del cielo
como ofrenda fugitiva,
que redime
nombrar lo que sueñas en mi costado.
De esa
humedad de fósil
blanquea la cita que me reclamas.
ÁSS