Laguna del Carpintero, de cloaca citadina al punto más visitado de Tampico

Turismo. A finales del siglo XIX, el cuerpo lagunario ubicado en la zona centro era un foco de infección, al grado de considerar drenarlo; hoy es el hogar del lagarto Juancho

Laguna del Carpintero de Tampico, Tamaulipas.
José Hernández Palma
Tampico /

Lo que en la actualidad representa un sitio obligado para la visita del turismo que llega a Tampico y que ha sido objeto de inversiones millonarias, a finales del siglo XIX representaba un sitio propicio para las enfermedades y lugar de malos olores que con el paso de más de 100 años ha cambiado drásticamente su imagen: nos referimos a la laguna del Carpintero.

De acuerdo con el cronista de Tampico, Josué Picazo Baños, por el año 1820 la laguna era el patio trasero de la naciente ciudad, que a su vez marcaba el límite norte de lo que era la zona poblada.

Explica que el nivel del vaso de captación dependía de las precipitaciones, así como de la sequía que provocaba la mortandad de especies y desagradables olores; que por cierto en aquella época generaba la creencia que el hedor que provenía del sitio era generador de enfermedades, lo que también le arrastró a Tampico la mala fama de ser insalubre.

“En un inicio era una especie de pantano, como no estaba comunicada con el río era agua estancada que fluctuaba según llovía o no, entonces de ahí que la población lo viera como un lugar que provocaba enfermedades” indica Picazo Baños.

Para 1828, relata el cronista, se propone al Cabildo la creación de un canal artificial que conectara a la laguna con el río Pánuco, para que fuera el flujo de las mareas lo que permitiera su saneamiento, siendo esta obra denominadaCanal de Iturbide, lo que actualmente conocemos como Canal de la Cortadura.

Del mismo modo, también se contempló por las autoridades de aquel periodo construir otro canal hacia el extremo norte, el cual conectaría con la laguna del Chairel; sin embargo, las obras no avanzaron y nunca se concluyó el proyecto.


A pesar de que de alguna manera la conexión al río Pánuco por medio del Canal de la Cortadura ayudó un poco a resolver el problema, la laguna era prácticamente un pantano, por lo que a finales del siglo XIX se contempla una solución aún más drástica. 

Proyecto de desecación

La propuesta fue planteada por el ingeniero Alejandro Prieto Quintero, quien llegó a ser gobernador del estado: desecar la laguna y aprovechar la zona para establecer jardines y alamedas, y utilizar el lugar como un área de paseo, pero debido a lo costoso del proyecto no se lleva a cabo la obra, lo que hubiera representado la desaparición del emblemático parque que existe ahora.

Ya iniciado el siglo XX, el arquitecto Lazo presentó otra propuesta, en este caso de conectividad, en la que proponía puentes sobre la laguna como vías de conexión con la margen del río Pánuco y norte de Veracruz; sin embargo, tampoco se llevaría a cabo.

Para 1950 nuevamente vuelve a surgir la intención de secar la laguna por medio de rellenos, idea que no avanzó por completo, pero que provocó la creación de colonias como la Guadalupe Mainero y el terreno para la Unidad Deportiva en la parte oriente.

“El problema de las aguas residuales fue ya cuando la ciudad rodeó el cuerpo de agua, hacia los años 50 la ciudad llegaba más o menos hasta la actual avenida Ejército Mexicano, entonces ya estaba toda la porción rodeada y buena parte de las descargas las recibía la laguna, eso provocó una situación sanitaria indeseable”, explicó el cronista tampiqueño.

ICGC

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