Compañía Cometas entra a proyecto federal con proyecto de feminismo para niñas

Los artistas Clau y Fonzi mantienen una clase circense con los niños de la colonia Mayagoitia de Gómez Palacio.

El proyecto va enfocado en el poder del pensamiento femenino. (Martín Piña)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

Hace un mes, el Semillero Creativo de Circo de Gómez Palacio que gestaron los maestros Clau y Fonzi, integrantes de la Compañía Cometas, recibió el visto bueno de la Secretaría de Cultura federal que amplió el apoyo para que continúen dando clases en la placita de la colonia Mayagoitia, uno de los barrios más conflictivos en la ciudad.

Al revisar el trabajo los funcionarios observaron dos cualidades: la primera que es uno de los semilleros que atiende a un gran número de niños, y la segunda, que en su mayoría se trata de mujeres, motivo por el cual les pidieron presentar propuesta, que fue aprobada para el proyecto llamado Equitativa. 

Poder femenino

Así desarrollaron y presentan el espectáculo “Nosotras somos libres”, respaldándose en las figuras de Frida Kahlo, Malala Yousafzai y Nina Simone, mujeres que en sus ámbitos promovieron la idea de inclusión y en el caso de Simone, la concepción de que la libertad es no tener miedo. 

La madre de algunas niñas se unirán a un proyecto similar. (Martín Piña)

Además, fue a inicios de la semana pasada cuando los niños y sus maestros impulsaron lo que denominan Huella Comunitaria, pintando las bancas de la plaza de colores, dejando en el suelo juegos como el Bebeleche y marcando además la pista lo que sin duda mejoró el espacio al contar con manos extras que se sumaron a la acción.

Ahora los abuelos piensan que les debe tocar implementar un proyecto de reforestación pues las niñas y los niños junto a sus maestros dieron ejemplo. 

Ser libres, sin miedo 

Ahora toca ver un espectáculo donde las niñas se desenvuelven en el escenario y llevan un mensaje donde se les dice a las mujeres grandes, a sus abuelas, madres y hermanas, que ser libre es no tener miedo.

Quizá eso no confirma el trabajo de emancipación que desarrollan sus maestros. Pero lo que sí lo hace es verlas volar sostenidas por telas a metros de distancia del suelo, siendo un equipo unido, lo que da sentido de vida y pertenencia.

Clau asegura que las niñas están muy motivadas y aunque siempre se les habla de sus derechos como mujeres, en esta nueva fase experimentan una revolución mental, emocional y física. 

}Y no es para menos luego de procesar frases como la de Simone: “Debes aprender a levantarte de la mesa cuando ya no se sirve amor”.

“Ellas son muy buenas niñas y ahora traemos un áurea de género porque tenemos muy poquitos niños, de 40 solo 7 son niños. Siempre ha sido así y a mí me encanta esta nueva fase porque la mujer es más guerrera y menos quejumbrosa. Los niños se quejan con el dolor o te dicen que ya se aburrieron y las niñas le siguen hasta que les sale, siempre tienen un sueño y una meta, los niños también pero son más distraídos”.

Estando en su territorio los menores no sienten su colonia como insegura. 

Pero ahora asegura su maestra, han aprendido a respetar y preservar el espacio público, lo que refuerza la frase de Malala Yousafzai: Hagamos ahora nuestro futuro, y hagamos que nuestros sueños sean la realidad del mañana. 

Tras los resultados que tuvo el Semillero al acudir al Auditorio Nacional a finales del año pasado para presentar el espectáculo, las direcciones municipales de Cultura y Desarrollo Social, los han apoyado con los traslados, con algunos materiales y programando su espectáculo en espacios abiertos.

Con dos grupos en la plaza de la colonia Mayagoitia, la Compañía Cometas sesiona diariamente con dos grupos de 04:00 a 06:00, y de 06:00 a 08:00, lo que se vuelve agotador para los maestros que sin embargo no renuncian a trabajar con sus niños.  

El proyecto va en torno al trabajo de varias mujeres en el feminismo. (Martín Piña)

Trabajo con madres

Para el espectáculo, las mamás de algunas estudiantes se integraron, aunque algunos niños se han retirado porque a sus padres no les parece que se les hable de igualdad, a dos años de haber iniciado las clases los menores que continúan son otros, la comunidad es más receptiva y los maestros también son otros.

Fonzi comentó: “Cuando llegamos teníamos el sueño de que a través del arte y la cultura pudiéramos transformar el entorno y a la gente pero obviamente sí te emociona el ver que se está dando y en el proceso hay cosas que te sorprenden porque no te las esperabas y cuando suceden es muy bonito”.

Con circo, expresión corporal y danza, las niñas presentan su propuesta en tanto la placita cobra vida, allí se colocó un tendedero con frases motivacionales en tanto las niñas hicieron las mantas de sus heroínas donde se dibujó por ejemplo a Frida con la frase: “Pies para que los quiero si tengo alas para volar”.

Clau concluyó que con este ejercicio los niños y niñas despiertan pues de tener promedios bajos en la escuela y muchos problemas, al conocer la coordinación motriz, ahora el panorama ha cambiado pudiendo subir al escenario para expresarse con libertad y sin miedo a nada.

RCM

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