Olas de color formaron un pentagrama en las playas de Rosarito, durante la feria de arte Artwalk realizada este fin de semana. Técnicas, tendencias, soportes, propuestas innovadoras, sorprendieron a los asistentes a esta fiesta del arte, donde se celebra la pluralidad, la solidaridad y la creación sin límite.
El artista plástico Carlos Coronado (México, 1954), decano de las artes visuales en la región de Rosarito, caminó por los pasillos de la feria, en el Centro Estatal de las Artes (CEART), todos lo reconocían y lo saludaban.
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El pionero en las artes visuales y representante de la cultura Pápago, participa con su obra La rueda de la vida en la exposición Tierra únicas: Identidad de Baja California, que se montó de manera paralela a la feria, y misma que da la bienvenida al público.
Aprovechando el Día de los caídos en la Unión Americana, muchos estadunidenses visitan Rosarito, en esa región del noroeste de México se da cita cada año lo más granado de la creación artística de la región, como la reconocida artista cachanilla Alejandra Phelts, quien expuso su autorretrato en el Salón Des Beaux Arts en el Museo de Louvre; en Rosarito compartió con los asistentes una pintura de caballos, que realizó especialmente para esta muestra colectiva.
El trabajo y la presencia de creadores como Aída Valencia, Iván Arévalo, Álvaro Álvarez, Pedro Cruz, y de los trillizos Torres Pacheco, dan cuenta también del apogeo y de la creación artística en Rosarito que se traduce en las reconocidas galerías de arte, ubicadas a lo largo del Boulevar Benito Juárez y que participan cada año en Artwalk Rosarito.
Las playas de Rosarito se convirtieron, hace 14 años, en un polo de creación y venta de arte, cuando los artistas salieron a las calles a vender su obra, con la finalidad de contrarrestar las malas noticias que se daban a conocer a nivel internacional de este lugar, recuerda una de las impulsoras de dicho proyecto, la artista Rocío Hofmann.
Ahora esa iniciativa convertida en el Artwalk Rosarito, fortalece los vínculos entre ambas fronteras y enriquece la diversidad cultural en la zona, al tiempo que contribuye a la apreciación del arte y al crecimiento económico y cultural de la comunidad de Playas de Rosarito y de Baja California.
La oferta artística se conforma por una variedad de expresiones que van de la pintura con su iconografía, sus paisajes y problemáticas de la región transfronteriza, pasando por la escultura, el diseño, la artesanía y la fotografía.
En estos dos días de fiesta del color y de las formas, el público pudo descubrir la creatividad y habilidad de los artistas locales, nacionales y extranjeros, pero lo más importante es que tuvieron la oportunidad de adquirir piezas únicas.
La ventaja de Artwalk Rosarito, que cuenta con el impulso de la Secretaría de Cultura de Baja California, es que los
compradores de arte y coleccionistas, además de ver cómo trabajan los artistas, pueden establecer contacto directo con los creadores, facilitando la interacción con ellos, subrayó el artista Benito del Águila y director de Artwalk Rosarito.
Además, la feria de arte más importante de Baja California, con sede en Rosarito, ha cosechado todo un mercado del arte que puede presumir que entre sus coleccionistas se encuentran personalidades como Mel Gibson y Julianne Moore.
Impulso al arte
En Rosarito se ha logrado la consolidación de un mercado del arte que fomenta la creación binacional en el que participan galerías y artistas locales, así como creadores de diferentes partes de México y de Estados Unidos.
En ello han contribuida las galerías Marlén Castor, Puerto Nuevo, Enelmar y Polo’s Gallery. Hace una semana abrió sus puertas la galería Rosarito Art Factory, en esta parte del país que es reconocida por tener la mayor cantidad de artistas plásticos per cápita, lo que garantiza una gran variedad de estilos y técnicas.
Ami Gastelum indicó que la galería la inauguró con dos amigos artistas: David Silva y Benito del Águila, por la necesidad de tener un espacio de exhibición, para mostrar su obra, pero también para tener la posibilidad de crear obras por encargo. Para darle mayor dinamismo a la galería, ofrecen clases de arte abiertas a la comunidad interesada en las creación plástica.
“A los coleccionistas les gusta la obra original, la obra con la que puedan conectar, llegan aquí y si encuentran algo con lo que conectaron, que realmente les transmitió algo a través de la narrativa, de la composición, se lo llevan”.
Por su parte, David Silva precisó que es una reiniciación de un proyecto de galería: “hemos tenido galerías por 15 años, cerramos por 10 y finalmente nos volvemos a reunir porque no queremos desistir, porque Rosarito es muy socorrido en el arte”.
Silva propuso que para darle una mayor difusión y presencia al Artwalk debería regresar a la calle principal, en donde nació la idea de mostrar el arte de Rosarito, propuesta a la que se sumó el artista y catedrático Carlos Coronado.
PCL