En el Museo de la Ciudad de México convergen dos artistas con propuestas únicas: Leticia Vieyra, con la exposición Jardín interior, e Isabel Leñero con La promesa de la imagen.
José María Espinasa, director de dicho recinto, dice a MILENIO que Leticia Vieyra construye sus piezas con material reciclado, con troncos, con madera y objetos a los que le da un nuevo significado.
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“Son piezas muy vistosas, de carácter escultórico que crean un clima especial por esa sequedad de los materiales ya muertos; sin embargo, encuentran en su reelaboración, en cada una de las piezas, una nueva vida, una nueva frescura, una nueva manera de reincorporarse al mundo y de estar vivas”.
Las piezas de Vieyra crean un clima de recogimiento en la sala, de profundidad interior, por eso el título de la muestra, “lo que lleva al espectador a deambular, y lo podrá hacer a través de una especie de bosque. Creo que las personas que acudan a ver la exposición se sentirán realmente conmovidas por este manejo que hace de los elementos de la naturaleza. En esta época de tantas amenazas climáticas, les da a los materiales reciclados una nueva manera de entender el mundo y una nueva naturaleza, que es lo que al fin y al cabo hay que defender”.
En ese sentido, la artista dijo en el acto inaugural que estas obras se han sembrado desde 1990 hasta 2023: “Fui seleccionado cada una; son 17 piezas pero tienen la característica de que casi no las he exhibido, de ahí que en la colección que ustedes van a ver, una cosa es ver y otra es sentir. Yo espero que todos puedan sentir el ambiente que tiene Jardín interior”.
En el texto de sala, el historiador del arte Luis Rius Caso destaca: “La espléndida instalación de cinco módulos, los ensambles, las cajas, las semillas encapsuladas, las texturas de papel, cortezas, fibras, madera, cenizas, papel de tule, aire que encontramos en las bellísimas piezas cobran una función trascendente”.
Subraya que la obra de Vieyra parece una restitución no solo de la naturaleza desechada, más bien, “del arte que ha sido indiferente a lo minúsculo y humilde”.
Sobre la exposición de Isabel Leñero, La promesa de la imagen, José María Espinasa explica que esa muestra dialoga con la de Leticia Vieyra.
Leñero crea en sus óleos un diálogo con la naturaleza, la abstracción, con la realidad y también están presentes las flores, el desarrollo de las plantas. Hay en la exposición un viaje cromático a través de los amarillos, los azules, los rojos, “de una enorme sutilidad que nos lleva a una manera de mirar, además de que se crea una nueva manera de entender el mundo”, dice el director del museo.
Isabel Leñero, agrega Espinasa, propone olvidar nuestra forma de mirar para que cada uno logre observar con un sentido nuevo, “y también dejarnos invadir por la mirada del cuadro que sí, también nos mira, nos observa, nos propone un diálogo. De ahí el título de la muestra: La promesa de la imagen”.
El Museo de la Ciudad de México se localiza en Pino Suárez 30, Centro Histórico, y estará abierto en Semana Santa. La exhibición permanecerá hasta el 28 de mayo.
PCL