En la región de San Juan de los Llanos, que incluye al municipio de Libres, Puebla, existe la leyenda del rey Temamaxcuicuitl, quien a decir de los lugareños era un ser con dimensiones extraordinarias en cuanto a su altura —un gigante— y con fuerza incalculable.
Cuentan que en una ocasión caminó a través de los cerros, proveniente de Ixtacamaxtitlán, alzando sobre sus brazos una enorme campana de bronce, que debía colocarse en el campanario de la iglesia de San Juan de los Llanos.
Narran que era tal el peso y volumen de la campana, que cuando el gigante iba pasando por el lugar conocido como “La Cañada”, se le doblaron las corvas y cayó de rodillas sobre la tierra, por lo cual las huellas de sus rodillas quedaron marcadas a profundidad, mismas que a la fecha se mantienen.
Añaden que a pesar de la contingencia, nunca soltó su carga y, por el contrario, la mantuvo siempre en alto. Aseguran que cada vez que sonaba la campana que cargaba, aquel gigante le fue poniendo nombre a los pueblos que hoy existen entre Ixtacamaxtitlán y Libres.
Afirman que cuando llegó a Libres, el gigante con sus propias manos subió dicha campana hasta la torre, la cual hasta la fecha se mantiene en el campanario de la parroquia de San Juan Bautista, ubicada en el centro de Libres. El templo data del siglo XVI y es una joya del arte barroco y estilo toscano.
Cabe señalar que fue erigido por frailes franciscanos de Ixtacamaxtitlán y en sus inicios comenzó siendo un convento.
Aunque se desconoce el inicio de la construcción, se considera que pudo ser bajo las órdenes de Don Francisco Temamascuicuil y el término de la edificación bajo las indicaciones de Don Juan Villanueva. Los registros, archivos y documentos parroquiales datan del año 1567.
Finalmente, dicen que se escucha el agua pasar por debajo del piso de la parroquia.
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