Libro sobre Posada muestra enriquecimiento de grandes marcas a costa de La Catrina

Posada más allá de la Catrina ofrece un análisis de la globalización de la obra del grabador mexicano a partir de las películas Coco y Spectre y la Barbie Catrina.

Imagen de la famosa calavera del grabador mexicano. (Especial)
Ciudad de México /

La globalización ha generado una suerte de banalización de La Catrina, la obra más conocida de José Guadalupe Posada, reflexiona el investigador Agustín Sánchez González, quien está por publicar el libro Posada más allá de la Catrina.

En el 108 aniversario del fallecimiento del grabador mexicano, cuya fama ha trascendido fronteras al crear la imagen de la calavera —a la cual más tarde Diego Rivera le puso cuerpo y bautizó como La Catrina— el especialista adelanta a Milenio que saldrá a luz su más reciente investigación.

Posada más allá de la Catrina, ofrecerá un análisis de la globalización de la obra de Posada a partir de tres elementos: la película Coco, producida por Disney y Pixar; el filme Spectre, de James Bond y la venta de la Barbie Catrina; es increíble que en este momento en el mundo estén girando calaveras que no son de Posada, pero que se le han adjudicado”.

Las obras de Posada están de moda en el mundo, lo curioso es que no se sabe cuántas obras hizo en vida. Se habla de 15 mil o 10 mil grabados, pero las calaveras no pasan de 200, con lo que representarían aproximadamente un 5 por ciento de su producción. Es algo que se debe estudiar, por lo que Sánchez González ha planteado la necesidad de hacer un inventario.

El autor de libro La portentosa vida de José Guadalupe Posada, asegura que la obra del creador nacido en Aguascalientes, "fue parte del nacionalismo de hace 100 años y hoy la globalización le está dando sentido; en la actualidad ya hasta se comercializa uno de sus grabados más famosos a través de la Barbie Catrina, muchos se han enriquecido con ello, cuando él murió pobre, en una vecindad de Tepito, en la Ciudad de México”.

Su investigación también se centra en demostrar que Posada nunca puso nombre a sus obras, que más bien quien las tituló fue su editor, por lo que el nombre de “La Calavera garbancera”, es un mito.

Sánchez González afirma que José Guadalupe Posada está por descubrirse: “He demostrado que por lo menos hay cinco hojas volantes con títulos diferentes de la propia Catrina, hay Calaveras para ilustrar alguna de las atrocidades del presidente de la época; la Calavera carrancista, la Calavera de las pelonas, es decir, Posada no le ponía nombre a nada, él hacía los dibujos que le pedían y luego el editor los titulaba, ya que se han encontrado muchos dibujos y grabados que así lo demuestran”.

Lo que asegura Sánchez González es que Posada no le dio ningún nombre a la imagen de la supuesta “Calavera garbancera”. Así que, sugiere el escritor, se le denomine simplemente como la calavera Catrina, y no Calavera Garbancera para no crear confusión.

PCL

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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