La escritora Rosa Beltrán adelantará un par de capítulos de su más reciente novela, Radicales Libres, dentro del ciclo Lecturas Estatutarias, de la Academia Mexicana de la Lengua; se trata de una historia cuya publicación se contempla para junio próximo, aunque decidió compartir unos fragmentos no sólo para despertar mayor curiosidad sobre el tema, sino incluso para mostrar que los académicos son personajes que trabajan de manera constante, no sólo “los viejitos que cuidan la lengua”.
“Todo lo que escribimos tiene que ver con lo que hemos vivido, aunque no sea estrictamente autobiográfico. Algo que no sabía y era una forma de responder a las preguntas que me hago es hablar de la vida pública desde el campo de la vida privada, pero siempre teniendo este marco histórico: de qué manera nos afectan los acontecimientos que luego van a ser registrados por la historia o por la historia de las mentalidades en los pequeños actos, en las relaciones”.
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A diferencia de muchos narradores que prefieren guardar silencio sobre sus libros, hasta que aparecen publicados, para Rosa Beltrán se trata de una oportunidad para promoverlo, en especial en un tiempo en el que los libros enfrentan dificultades en su distribución debido a la pandemia, sin que se permita la apertura de las librerías como esenciales dentro de la vida social mexicana.
“Pienso que el mundo en papel es otra cosa y, sobre todo, en nuestro país. la directora Random House Mondadori en España me dice que allá se están vendiendo más libros que antes, incluso, en línea, pero esa no es la realidad de nuestro país: acá no se considera que los libros sean producto de consumo indispensable. No corrí para escribirla y no tengo prisa, tampoco, para que se publique”.
Radicales Libres es una historia que ya tenía en mente la escritora desde hace varios años, en apuntes y hasta en cuentos, hasta que vio la oportunidad de reflexionar sobre 60 años en la vida pública de México, pero desde la perspectiva femenina de tres generaciones, con lo que se aparece desde la vida en México durante 1968 y, con ello, sobre la historia de la Ciudad de México.
“Es una novela de crecimiento, por lo tanto, habla de algo que creo no ha sido muy abordado en nuestra lengua, que es el despertar sexual de las mujeres. Eso está muy inscrito en la literatura de hombres, además se pueden los distintos modos en las diversas generaciones: en las mujeres poco se ha narrado cómo es ese despertar sexual, de qué hablan las niñas cuando se van a ‘convertir’ en mujeres, qué ronda sus mentes. Y como habla de tres distintas generaciones, habla de tres distintos despertares”.
Dentro de las Lecturas estatutarias de la Academia Mexicana de la Lengua, Rosa Beltrán, académica de número, ofrecerá su conferencia hoy, jueves, a las 13:00 horas, a través de la página de Facebook/AcademiaMexicanaDeLaLengua.
lnb