En mayo de 2017 grupos feministas levantaron la voz en México por el feminicidio de Lesvy Berlín Osorio, uno de los 766 que se registraron ese año, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Ese mismo año se convocaba al primer Paro Internacional de Mujeres que “tuvo presencia en más de 50 países y 200 ciudades alrededor del mundo”, de acuerdo con un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Por otro lado, las denuncias de agresión y acoso sexual tuvieron gran eco en redes sociales, gracias al movimiento #MeToo. Estos y muchos otros hechos movilizaron a miles de mujeres que comenzaron a forjar la cuarta ola del feminismo.
En entrevista, Jessica González, fundadora y directora de la compañía Tránsito Cinco Artes Escénicas, cuenta que fue precisamente en 2017 cuando percibieron una mayor relevancia del movimiento feminista actual, lo cual les llevó a pensar una obra que hablara de la condición de ser mujer, específicamente en el contexto de México.
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Lila es un espectáculo de circo contemporáneo “que hace un recuento de la historia familiar, de cómo vivieron nuestras madres y nuestras abuelas desde la condición de ser mujeres, lo que podían o no podían hacer dentro de la sociedad, cosas de las que no se hablaba, como la menstruación o los estereotipos de género”.
La obra involucra las experiencias personales de las mujeres que la conforman, por lo que las historias contadas han cambiado a lo largo del tiempo con los cambios de elenco que se han dado desde 2018, cuando la obra se montó por primera vez.
Lila aborda diferentes etapas de la vida, pasando por la transición de la infancia a la adolescencia y la adultez. En el espectáculo, explica la codirectora de la obra, se plantean temas como la sensualidad, “hasta qué punto es parte de la condición humana y hasta qué punto es establecida por la sociedad. También aparece un personaje que evoca a las ancestras, pensando en algo más allegado a la naturaleza y lo espiritual, pero también tenemos otras mujeres que hablan de esta búsqueda de autodefinición sin estereotipos”.
Con el paso del tiempo, reflexiona Jessica González, se ha dado un cambio sobre la percepción del público al ver la puesta en escena: “definitivamente hay un un cambio. Antes se visualizaba esta cuestión de hablar acerca de lo femenino, de la equidad de género, pero solamente considerando dos géneros: masculino y femenino. Con el tiempo esto es cada vez más amplio y cada vez más diverso. En ese sentido creo que Lila puede abrir espacios porque creo que cuando se habla acerca de las temáticas de género se abre la puerta para que escuchemos otras voces”.
Sobre ser mujer dentro del mundo de las artes escénicas y enfrentarse en muchos casos a los estereotipos, Jessica González cuenta que es una de las razones por la que muchas mujeres que practican danza de manera profesional prefieren quedarse dentro del mundo del circo, “por esta cuestión de buscar otro tipo de movimientos sin tratar de encajar en el cuerpo perfecto que siempre se está viendo dentro de la danza, un cuerpo muy estereotípico; dentro del circo existe la posibilidad de que mientras tu técnica sea limpia, mientras puedas proyectar, expresar y comunicar no es tan importante el cuerpo”.
Lila cuenta con actos aéreos en tela, aro y trapecio, actos de contorsión y mástil chino, entre otros números en los que cada una de las mujeres de la obra se ha especializado. El espectáculo de circo contemporáneo ofrecerá una breve temporada, del 2 al 11 de agosto, en el Teatro de las Artes del Cenart.
PCL