Elaborada en yeso, con 1.80 metros de altura, luce casi terminada la escultura del general Francisco Villa, con la estatura exacta del revolucionario. Con ella se conmemora el centenario de su muerte, así como la osadía que tuvo al cambiarle el nombre a la calle de Plateros, por el de Francisco I. Madero, en Ciudad de México, un 8 de diciembre de 1914.
Martín Villa García, presidente de Fundación Villista, mostró a MILENIO la obra Villa Revolucionando la Avenida Madero, y dijo que para poder concluirla empezarán a recaudar fondos y poder así continuar con la fase de los moldes y el vaciado en bronce a la cera perdida.
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Mientras logran obtener recursos para la conclusión del monumento, el artista Eduardo Bautista, en el patio central de la Preparatoria Popular Mártires de Tlatelolco, dijo en entrevista que están por terminar la textura de la obra.
“Después de eso entraremos a la fase de la fundición de cada uno de los segmentos de la pieza para luego unirlos en bronce; una vez concluido dicho proceso será colocada en la calle de Madero esquina con Isabel La Católica”.
Espera que la develación de la obra sea en este año, pero que tampoco quieren obsesionarse con la idea de una fecha: “Sería como reducir el evento a un día. Nos quedamos con que Ciudad de México ya reconoció que es necesario un monumento de Francisco Villa, y nosotros estamos trabajando para terminarlo cuanto antes. Si no en 2023, entonces estaría inaugurándose durante las primeras semanas del año que entra”.
A los pies de la escultura del Centauro del Norte, el propio Bautista expuso que para obtener el monto económico que se necesita para terminar el monumento, diseñó un par de placas en linografía, con la finalidad de que ninguna institución cargue con todo el peso financiero.
“Decidimos hacer esta serie de dos gráficas conmemorativas del centenario del asesinato del general, y así poder invitar a todos aquellos que quieran colaborar para materializar el monumento, para ello realicé 20 copias de ambas placas”.
La primera en hacer su aportación y comprar un grabado en cinco mil pesos fue la maestra Leslie Rondero, docente del CCH Azcapotzalco y del Colegio de Bachilleres, de San Juan Tlihuaca, quien le dio clases al bisnieto del general Villa.
Cambio de pose
La escultura Villa Revolucionando la Avenida Madero tuvo que cambiar del proyecto original presentado el pasado 20 de julio, porque siguiendo la fotografía que le tomó Gustavo Casasola quitando la placa de Plateros y colocando la que decía Francisco I. Madero, el revolucionario tendría que estar viendo a la pared.
Con lo que el artista se tomó la licencia de girar el rostro y la postura de Villa viendo hacia el Zócalo capitalino, con el puño levantado en señal de lucha social.
“En un principio queríamos que la escultura fuera fielmente apegada a la fotografía de Casasola, sin embargo, hicimos un estudio sobre las dos fotografías de ese momento y descubrimos que entre esas dos imágenes, seguramente se gritaron ¡vivas! después de que el general develara la placa, es posible que se quitara su sombrero y junto con todo el público gritara ¡viva Madero! ¡viva Villa! y ¡viva la Revolución! Entonces decidimos quedarnos con ese segundo que no aparece en las fotografías”.
“Aquí quisimos mostrar a un Villa más humano, un Villa que sin duda alguna, sobre una escalera, se vuelve un elemento poético y también con un gesto de tranquilidad”.
La fecha de su instalación en la calle Madero todavía se desconoce, porque además faltan algunos trámites, entre ellos, la autorización de los propietarios del edificio en donde, a unos metros de su pared, será colocada la escultura.
PCL