'A golpe de linterna', una compilación contra el silenciamiento de las cuentistas mexicanas

Edición Fin de Semana

En los tres volúmenes de 'A golpe de linterna', la investigadora Liliana Pedroza realiza una recopilación exhaustiva de más de cien años de historias escritas por mujeres.

'A golpe de linterna', una recopilación de historias de mujeres. (Especial)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

A lo largo de muchos años de investigación y de lecturas, Liliana Pedroza ha logrado darle una perspectiva diferente al canon literario en México, en especial en cuanto a la presencia femenina se refiere y, en particular, alrededor de un género como el del relato corto: ha logrado localizar a más de 500 autoras y alrededor de 900 libros de cuentos.

“A través de la historia oficial creemos que las mujeres han estado únicamente en el ámbito doméstico, pero con los estudios paralelos que se han hecho podemos darnos cuenta de que las mujeres estuvieron en el campo de batalla de la Revolución Mexicana, que no nada más fueron Adelitas, que también fueron coronelas, ideólogas, y eso se ve en la literatura escrita por mujeres”, explica la doctora en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid.

A golpe de linterna. Más de 100 años de cuento mexicano (Ediciones Atrasalante, 2020) es su más reciente trabajo de compilación, que tiene como antecedente el catálogo Historia secreta del cuento mexicano. 1910-2017 (Editorial UANL, 2018), donde al reunir a 500 escritoras se preguntó: “¿Por qué no estamos representadas en estos espacios públicos de investigación?”

“Hay un rompimiento de los estereotipos de lo que son y deben ser las mujeres, lo que han hecho y lo que han imaginado socialmente, para ellas y para todos. En esta antología hay una gran diversidad, así como búsquedas temáticas y estilísticas muy distintas unas de otras. Lo que sí me parecía importante es que los personajes principales fueran mujeres, justamente para romper con los estereotipos de cómo accionamos dentro de todos los espacios. ¿Qué es lo que piensan ellas y cómo se ven reflejadas a través de los personajes?”

Y es que, para Liliana Pedroza, el hecho de que no se tome en cuenta a las mujeres dentro de los cánones literarios termina por convertirse en una forma de violencia: “todos participamos en el silenciamiento de las mujeres y esto es sistemático.

“Muchos de los libros de principios de siglo XX fueron resultado de un rastreo que realicé a lo largo de dos años y de viajar por todo el país para encontrarme con familiares de las autoras, porque muchas de las cuentistas solamente tienen una edición de escaso tiraje y mínima distribución: las bibliotecas no recogen todo lo que se publica en sus comunidades y eso también es un problema.
“De qué manera se llega si, por ejemplo, no hay reseñas, no hay un libro que las mencione. Si las llegan a mencionar, el problema es encontrar ese libro. Realmente fue un trabajo de minería. En esta antología están 100 joyas de la literatura mexicana escrita en cuento y sí tiene que ver con este asunto de la invisibilización: las mujeres llegaron a publicar, pero en qué condiciones”.

Diversidad generacional

A golpe de linterna se dividió en tres volúmenes de manera cronológica, pero no rigurosa, para poder ver no solo a través del tiempo la evolución de los grupos generacionales, sino permitir un diálogo entre generaciones sobre las distintas visiones que tienen sobre temas que comparten. “Hay una evolución social en cuanto a la forma y a las estructuras narrativas en cada época”, explica Liliana Pedroza.

“Las mujeres hemos tenido muchos obstáculos para poder publicar, somos un grupo socialmente oprimido, el último grupo que accede a la educación y no es sino hasta finales del siglo XIX que podemos tener acceso a las bibliotecas públicas. Hemos batallado para poder legitimar nuestras ideas y nuestras opiniones; pero después de escribir está publicar, y luego de ello que alguien te tome en cuenta, que te quiera reseñar, que en todos los ámbitos educativos te tomen en cuenta. Es todo un mecanismo que contribuye al silenciamiento de estas voces y como lectores nos estamos perdiendo de muchas cosas”. 

El primer volumen se titula Pioneras. De 1910 a 1959, donde se encuentran mujeres que, desde finales del siglo XIX, escribieron y publicaron cuento en México, primero en revistas y suplementos culturales y a partir de 1910 reunidos en un libro; el segundo es Insumisas. De 1960 a 2008, que se inicia con las autoras que pertenecieron o estuvieron cercanas a la generación de Medio Siglo, o también llamada generación de Casa del Lago, y que lograron una variedad estética y temática.

El tercero es Exploradoras. De 1990 a 2018, por supuesto con nombres ya más reconocibles, pero que además da cabida a cuentos de escritoras chicanas o de cuentistas en lenguas originarias.

La primera autora de la compilación es Laura Méndez de Cuenca, escritora decimonónica, que publicó un libro de cuentos en 1910. Y la más joven es Aniela Rodríguez, quien empezó a publicar sin cumplir ni 20 años de edad: “la antología abre muchas preguntas sobre nosotros como lectores, como mexicanos ante la literatura mexicana y nos invita a acercarnos a todo lo que nos hemos perdido”, explica Liliana Pedroza.

Descubrimientos literarios

Autora de títulos como Andamos huyendo, Elena o Aquello que nos resta, Liliana Pedroza ha logrado la convivencia entre la creación literaria propia y la visibilización del trabajo de las mujeres en este ámbito, si bien trata de evitar la palabra rescate, “porque el rescate pone el acento en quien hace la búsqueda y no en las autoras”.

“Es un asunto de colonización, porque no son damas en apuros. Para mí, el descubrimiento como investigadora y como lectora es María Luisa Vera, una escritora de principios de siglo XX, quien participó en la Liga Comunista, la mencionan como maestra porque fue una gran activista, pero no se habla de ella como escritora. Y la encontré en un libro que estaba unido con otras publicaciones y no estaba catalogado”.

A ese nombre, la escritora y ensayista suma el de María Luisa Melo, de quien incluye el cuento “Brazos que se van”, donde habla de la migración de los mexicanos hacia Estados Unidos en los años 40, cuando había una efervescencia del nacionalismo y ella habla de los mexicanos que tienen que irse porque no encuentran las condiciones de trabajo en la tierra.

“También está Luisa Carnés, una novelista y cuentista española, quien también escribió bastante en México. Ella sí es un descubrimiento, porque muchos de sus libros no estaban publicados, los dejó en una gaveta y su familia recuperó eso para las publicaciones”.

A golpe de linterna es una antología donde la gente puede leer los cuentos e ir en contra del canon de lo que se ha construido y se ha dicho que es la literatura, “con lo que se ha silenciado o se ha obviado la pluma de muchas mujeres”, a decir de Liliana Pedroza.

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