Carmen Boullosa reinventa a Eva en su nueva novela

“Para mi asombro, me encontré que en algún lugar le cambiaron el rol: era la generadora de la vida, la inventora de la lengua”, afirma la autora.

Lo que hace este personaje, dice la escritora, “es reconquistar las tramas que le han sido quitadas”. (Ariana Pérez)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

La poesía o la narrativa, aunque no siempre se persigan como un objetivo de origen, acaban por reflejar el entorno. De ello se muestra convencida la escritora Carmen Boullosa a propósito de la aparición de la novela El libro de Eva (Alfaguara 2020), que termina por ser la reinterpretación de una historia bíblica.

“Lo que ocurre a nuestro alrededor se permea: desde el sonido, la moda, las costumbres, los movimientos sociales, hasta el orden político; todo queda impreso, aunque el autor esté hablando de los extraterrestres o los personajes sean marcianos… lo que se ve en la literatura es el esplendor imaginario de la sociedad”.

Desde esa perspectiva, había en su interior una obsesión por rebatir esa verdad bíblica, vuelta punto teológico irrebatible en el Concilio de Trento, del que nadie tendría que despegarse y, mucho menos, rechazar la idea de que “las mujeres fueron creadas para ser esa mitad de la población hecha de y para servir al hombre”, lo cual también termina por ser un diálogo con el presente.

Bajo esa mirada, a la escritora le resultaba fundamental acercarse al mito de Eva, sobre todo para saber de dónde salió. Su interés, por ejemplo, viene de su propia vida: “Tiene que ver con mi infancia, siempre escuché ese mito en mi familia mocha, era ‘verdad de Dios’. Por otra parte, me acerqué a quienes han estudiado estos mitos y ver cuáles eran las versiones anteriores de esa primera mujer.

“Para mi asombro, me encontré que en algún lugar le cambiaron el rol: Eva era la generadora de la vida, la inventora de la lengua, la que tiene hijos y es el primer humano: no es la subsidiaria de otro, es la generadora de vida”, a decir de Carmen Boullosa.

REINTERPRETACIÓN

De todas esas lecturas, una de las primeras cosas que despertaron su atención fue cómo quedó tan oculta la importancia de Eva como figura femenina, “aunque en algunas partes se alcance a ver un poquito.

“La voz de Eva empezó a cobrar forma y, de pronto, tuve la novela, lo que me llevó a reformular la constitución de la sexualidad de la mujer y del varón, porque a lo largo de la historia se habló de la envidia del pene, pero en realidad lo que existe es la envidia del clítoris”, destacó Boullosa.

La escritora estaba interesada en ver cómo la sexualidad femenina tiene otra dinámica, a partir de este mito bíblico, en el que Adán empieza a sentir esta envidia: la del embarazo, la de poder dar a luz, por lo que esta imposibilidad genera, “en su dinámica familiar, la violencia doméstica.

“Lo que hace Eva en esta historia es reconquistar las tramas que le han sido quitadas. Siguiendo esta inercia ya tenemos que no es el Arca de Noé, sino el Arca de Eva; la vemos salir y ver cómo ocurre la historia de la construcción de la Torre de Babel.

“Así, todo está contado desde una perspectiva diferente, la de Eva, lo que no deja de ser otra visión épica y, sobre todo, su propia verdad, como lo ofrece una novela: no quiere ser una legislación, sino poner lo que vivimos en entredicho”, explica la escritora en entrevista con MILENIO.

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EL NACIMIENTO DE UNA OLA FEMINISTA

“Vivo en este siglo y me empujó el siglo: es una novela que es hija de las jóvenes y de alguien que tuvo la suerte de haber convivido con feministas formidables y de haber visto cómo nacía esta ola del feminismo”. Así resume la autora una historia que refleja la problemática de nuestro tiempo, pero con la perspectiva de quien ha atestiguado el desarrollo de este movimiento social.


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