Escritor Élmer Mendoza asegura que los detectives mexicanos "están más vivos que nunca”

Élmer Mendoza es incansable. Cuando no está escribiendo las aventuras del Zurdo Mendieta, viaja a las ferias del libro que lo invitan, recibe homenajes y reconocimiento, pero una de sus prioridades es dar talleres y apoyar a jóvenes escritores.

El autor dice a MILENIO que hay mucho talento en México pero pocas editoriales apoyan a los jóvenes, quienes están explorando distintos temas; pero él les pide que escriban novela romántica, del amor de ahora.

¿Lo que más disfrutas es enseñar a escribir?

Me gusta hacer de todo, pero enseñar a la gente a escribir me gusta mucho. La literatura mexicana requiere que, los que ya hemos recorrido alguna parte del camino, le enseñemos a los que están empezando, que les sea más fácil y puedan llegar más lejos que nosotros. Hay que compartir lo que uno ha hecho en su carrera, todas esas sutilezas que tiene el arte de narrar.

¿Escribir es una carrera fácil?

Es muy difícil, porque la industria editorial va para abajo y es muy complicado para un joven; no necesariamente tiene que ver con la calidad literaria, siempre hay cosas adicionales. Si hay un joven que quiere escribir mejor, diferente, que quiere correr riesgos y no encuentra quién lo publique se vuelve bastante difícil. Algunas universidades, como la de Nuevo León, ha entrado al rescate y han publicado a nuevos autores que no encontraron lugar en la industria, también hay proyectos como el de Nitro Press que es valiosísimo pero las dificultades son muy fuertes para avanzar.

¿Qué temas interesan a los jóvenes autores?

Hay mucha variedad, les interesa lo que está rodeando a este país, los delitos son impactantes, como lo que pasó con los migrantes y el incendio; a cualquier novelista lo sacude y lo provoca hacer algo. Hay mucho interés por la parte fantástica y por nuestras tradiciones indígenas que tienen muchas historias y algunos de ellos están intentando sacarlas, darlas a conocer y eso también se ha vuelto muy interesante.

¿Las tragedias los inspira a hacer algo?

Nosotros no nos inspiramos, ésas son cosas de poetas. Para nosotros, las provocaciones las recibimos por lo que vemos, por lo que pensamos, leemos y lo que imaginamos; es diferente la lógica. Cuando tú te enteras de delitos muy impactantes, pues solamente que estuvieras ciego o sordo no te impactan

¿Qué te gustaría que se escribiera?

A veces los invito a que tenemos que hacer una corriente de novela amorosa, porque le pasa lo que sucedía con la novela policíaca antes, que se decía que era menor y ahora todos quieren escribir. No hay novelas amorosas, después de Como agua para chocolate; no se han visto intentos tan espectaculares y por eso les digo a los jóvenes que hay que escribir una novela de amor… del amor de ahora.

¿Detectas alguna corriente en particular?

Sí, una corriente de autobiografía que le llaman autoficción, dicen que es nueva, pero es falsa, James Joyce hizo El retrato del artista adolescente sobre su vida, y Ulises también tiene mucho sobre su vida. Pero son vertientes, son líneas narrativas que los jóvenes están intentando entrar. De los últimos jóvenes que yo he atendido, solamente uno tiene interés en escribir novela histórica; ojalá lo hagan más.

¿Cuál es la salud del detective mexicano?

Está más vivo que nunca. Nosotros tenemos varios maestros: Rafael Bernal con Complot Mongol, Filiberto García, y claro, Paco Ignacio Taibo II con Héctor Belascoáran Shayne, todos nos quitamos el sombrero ante Paco y ellos han conseguido la idea de impulsar y crear más. Ahora, BEF ya tiene a Andrea Mijangos, una mujer que ya es figura. El detective mexicano es muy fuerte, es poderoso, tiene un perfil muy aceptable y tiene nombres muy bonitos y espero que la relación con el mundo lector y los creadores siga sólida y ellos sigan comprando los libros.

¿Ahora son muy tecnológicos, no?

Son otros tipos detectives, ya no toman agua de Jamaica ni comen tacos en la calle (risas), pero igual son plantados, valientes, con virtudes e inteligentes en el momento de investigación. Pero casi todos, tienen muchas dudas sobre la aplicación de la ley, entonces, muchas veces, no entregan a los victimarios cuando los atrapan. Yo espero que ahora, con la circunstancia que vive la Suprema Corte de Justicia, va a cambiar esa idea que tenemos sobre la ley, porque se han defendido muy bien de los ataques que le ha hecho mucha gente.

¿El detective mexicano no confía en las autoridades?

No, y responde a una realidad. Espero que sí esté cambiando. Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, nos está dando muestras de que la ley es la ley y se debe aplicar parejo.

¿Y el Zurdo Mendieta?

Descansando. Ahora tenemos algunas propuestas para llevarlo a las series o películas, pero no es algo que tengo en la cabeza; ni siquiera lo he pensado. Yo quiero al Zurdo en mis novelas.

hc