Fuente de inagotable aprendizaje, los libros se asemejan a un viaje que tomas para conocer otros mundos, personas e ideas. El 23 de abril es la fecha en la que celebramos al amigo que, en sus páginas, provoca millones de emociones al leerlo. En este Día Internacional del Libro, hacemos un repaso de los libros que han sido prohibidos en México.
Entre las obras censuradas que se cuentan en la historia de la literatura, destacan desde La Biblia, hasta la saga de Harry Potter, escrita por J.K. Rowling; así como El Guardián entre el Centeno, de J.D Salinger; Lolita; de Vladimir Nabokov y Rebelión en la granja, de George Orwell. Son algunas historias que fueron prohibidas en diferentes momentos y lugares del mundo, por sólo cuestionar o exponer un fragmento de la realidad.
Dentro de esa larga lista de obras literarias censuradas por el Estado y la política, en México resalta la prohibición de Aura, de Carlos Fuentes; La sombra del Caudillo, de Martín Luis Guzmán y Los días terrenales de José Revueltas. Te compartimos los motivos de su prohibición.
‘Aura’
Considerada una de las grandes historias del escritor mexicano Carlos Fuentes, relata la historia de Felipe Montero, joven historiador contratado por doña Consuelo, para que ordene y termine de redactar las memorias de su difunto esposo, el general Llorente.
De acuerdo con la Enciclopedia de la Literatura en México, es una de las novelas “más embrujantes de la literatura mexicana, una lúcida y a la par alucinada exploración de esa zona del arte donde el horror engendra la hermosura, donde lo verdadero es lo imposible, donde el amor sacrifica la vida y la inmortalidad tiene un precio que algunos están dispuestos a pagar”.
Publicada en 1962 por la editorial Era, décadas después se vio envuelta en una discusión promovida por el gobierno en turno. En 2001, Carlos Abascal, entonces secretario del Trabajo, encontró a su hija leyendo la novela de Carlos Fuentes.
El secretario consideró que Aura era “inapropiado” para los jóvenes de tercero de secundaria, por lo que alegó ante las autoridades que no se debía permitir este tipo de lecturas, lo que incluso provocó el despido de Georgina Rábago, la maestra de la hija de Abascal.
La noticia transcendió, y además tuvo el respaldo de muchos políticos, mientras que escritores como Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis defendieron la obra de Fuentes.
En la Feria del Libro de Guadalajara en 2008, Carlos Fuentes recordaría con gracia aquel acto de censura que vivió su obra Aura:
“Cuando un libro es objeto de un acto de censura como que resucita el libro. Aura fue objeto de un acto de censura que yo agradezco, porque gracias a esa censura se multiplicaron las ventas del libro, que brincaron a 20.000 ejemplares a la semana. Imagínense ustedes, cosa que nos tenía felices a mi editor y a mí.”
‘Los días terrenales’
En 1949, el escritor mexicano José Revueltas publicó el libro Los días terrenales. La creación de esta obra se remonta a 1943, cuando Revueltas se manifestó contra la política del Comité Central del Partido Comunista Mexicano. Quedó fuera del partido, y fue cuando comenzó a concebir los personajes de su novela, detalla la Enciclopedia de la literatura en México.
Publicada por la editorial Stylo, la novela es considerada una fuerte crítica al Partido Comunista y una acusación contra el stalinismo, así como el dogmatismo marxista de los integrantes del partido. Tiempo después de su publicación empezaron los ataques contra Los días terrenales de José Revueltas, que continuarían durante varios años.
Uno de los ataques más duros aparecería el 8 de junio de 1950, en el periódico El Nacional. En un texto titulado El arte en México, escrito por J. Alamagre, criticaban la simulación de Revueltas, ya que “ganaba como artista, pero se perdía como hombre y revolucionario”. Días más tarde, el escritor mexicano declaró que retiraría su libro del mercado, para corregir los errores de Los días terrenales.
‘La sombra del caudillo’
Descrito como pionero de la novela de la revolución, junto a Mariano Azuela y Nellie Campobello, Martín Luis Guzmán escribió esta emblemática novela en 1929. Exiliado en España, publicaría con la editorial Espasa-Calpe la obra La sombra del caudillo, la cual narra la Masacre de Hutzilac, ocurrida en 1927.
De acuerdo con el centro de estudios de Historia de México, al relatar la masacre de un grupo de opositores a la imposición que hizo Plutarco Elías Calles para devolverle la silla a Álvaro Obregón en 1928, el gobierno mexicano estuvo a punto de impedir la distribución del libro en México.
Si bien no lo hizo, le advirtió a la editorial Espasa-Calpe que si Martín Luis Guzmán llegaba a publicar otro libro ambientado en el periodo de la revolución, este no llegaría al mercado literario de México.
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