En distintas áreas de la vida cotidiana se escucha hablar de metadatos, como una herramienta que permite conocer casi a detalle las necesidades de cada individuo: cuando hacemos una búsqueda en Google, por ejemplo, prácticamente la publicidad de cualquier información posterior está relacionada con aquella búsqueda.
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El universo del libro no podía quedarse atrás en ese proceso, y desde hace unos meses se abrió en nuestro país una colaboración entre la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) y una empresa fundada en Alemania, llamada Metabooks México, bajo la certeza de que se trata de llevar la información de los libros (metadatos) en un formato que sea accesible a todos los sistemas y herramientas digitales, como el núcleo de la inteligencia de negocios en la industria del libro.
“Cualquier producto o servicio hoy en día funciona con esas partículas de información que son los metadatos. Negarlo sería como pensar que la gente no utiliza Google para hacer búsquedas de cualquier cosa. Lo que permite a los navegadores ofrecer respuestas a sus usuarios es precisamente la potencia de sus algoritmos, que buscan y filtran metadatos.
“En el mundo del libro, búsquedas difíciles significan libros invisibles. Contar con metadatos estandarizados y con un sistema que puede compartirlos de manera automática es hacer que los libros encuentren a sus posibles lectores”, en palabras de Carlos Rojas Urrutia, director general de Metabooks México.
Los metadatos son toda la información acerca de un libro, pero que no son propiamente el contenido del libro. No significa solo una ficha técnica, con portada, la sinopsis, el título, el autor o autora, incluso su precio, sino la información adicional que puede servir a los libreros y distribuidores como argumentos de selección y venta: frases promocionales, interiores, avances de las primeras páginas, artículos y reseñas de prensa, entrevistas con el autor o booktrailers.
“En el mundo digital, contar con metadatos óptimos y completos es el equivalente a poner un libro en tantos escaparates como sea posible, siempre a la vista de los posibles lectores”.
UNA MIRADA COMPLETA
De acuerdo con Carlos Rojas, si de la vista nace el amor, quienes ponen los libros al alcance de los lectores deben contar con tanta información como sea posible de los títulos disponibles en el mercado: entre más metadatos relacionados a un libro existan, más probabilidades hay de que un librero, distribuidor o lector común relacionen sus intereses con los contenidos de un libro.
“No se trata solo de reunir información, sino de contar con ella de forma ordenada y estandarizada, de forma que pueda ubicarse con mayor facilidad. Muy pronto, la palabra “metadatos” será tan indispensable para los editores como lo fue en la década de los 70 familiarizarse con la definición del ISBN”.
Metabooks se concibe como un vehículo mediante el cual los editores pueden transmitir sus intuiciones, criterios, aficiones y pasiones de los libros que forman sus catálogos con esos posibles lectores, que son también los clientes que les permitirán mantenerse vivos en el mercado, a través de los metadatos, enfatiza Carlos Rojas, convencido de que en América Latina la discusión del tema está ya en ebullición y tomar cartas en el asunto es un “tema no de prestigio , sino de pura sobrevivencia”.
“El primero paso de dicho proceso es ya palpable en Brasil (una realidad mucho más cercana al panorama mexicano), donde se arrancó el proyecto de Metabooks en 2017. Actualmente, Metabooks Brasil comparte la información de 75 por ciento de los libros que se venden en ese mercado a través de su servicio de administración, estandarización y compartición de metadatos. Nuestra perspectiva es que se replique en México el éxito que ya hemos conseguido en ese mercado”.
Y ADEMÁS
MATERIALES DE LECTURA ADECUADOS
Los bibliotecarios, coordinadores de clubes de lectura, profesores de escuelas y todos los encargados y responsables de diseñar las estrategias de lectura enfrentan el mismo problema que los libreros y distribuidores: encontrar los libros adecuados para su público objetivo. Contar con un sistema que permita agrupar en un solo lugar la información de todos los libros disponibles en el mercado es el camino para diseñar mejores estrategias y hacer selecciones más precisas. La intención es hacer que los libros se vean, y que cada lector encuentre el libro que busca.