Se cuenta que, entre 1965 y 1967, Gabriel García Márquez dedicó 18 meses a la escritura de Cien años de soledad. Estaba entregado a ello, por lo cual los recursos empezaban a faltar y debían tres meses de renta.
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El propietario del inmueble, Luis Coudurier, recibió de Mercedes Barcha la promesa de que cubrirían el adeudo al terminar la novela. Cuando se le ofreció firmar algún documento legal que garantizara la promesa del pago, don Luis Coudurier respondió: “Con su palabra me basta”.
Así se inició una historia conocida por algunos de los vecinos de la casa, ubicada en la actual alcaldía Álvaro Obregón, al sur de Ciudad de México: una casa de dos plantas que fue donada por la hija de don Luis, Laura Coudurier, a la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM).
“A la muerte de don Luis se buscó el esquema más favorable y en sus acercamientos con la fundación, a la hija le gustó mucho uno de sus enfoques, el de la formación de escritores. A partir de eso se estableció el mecanismo con el que la casa se donó a la fundación para dedicarla a un programa de fomento a la creación literaria”, comparte Geney Beltrán, coordinador de lo que será la Casa-Estudio García Márquez.
La casa está en un proceso de rehabilitación para el desarrollo del programa literario que se programa, que comenzará en la segunda quincena de abril. Se encuentra en buenas condiciones; incluso, tiene la misma estructura de cuando la habitó la familia García Barcha: “Son tres habitaciones en la planta alta, en las dos más pequeñas dormían Rodrigo y Gonzalo, y la principal era de Gabriel y Mercedes”, agrega Beltrán.
“En la planta baja se encuentra el estudio en el cual se encerraba todos los días, a lo largo de 18 meses, a escribir la novela. La sala principal, que será acondicionada como una sala de conferencias, y consta de una cocina, un recibidor y una pequeña biblioteca, que es donde vamos a establecer los controles de la sala virtual, porque la instrucción es que las actividades se desarrollen ahí, bajo la tutela de Juan Villoro, y se transmitan de manera gratuita a cualquier parte del mundo”.
El objetivo primordial de la Fundación para las Letras Mexicanas, al recibir en donación el inmueble, será convertirlo en un “espacio de impulso a la creación, así como un lugar de encuentro para la reflexión y el diálogo actualizado sobre temas relevantes de la literatura universal”.
“En estos dos meses se van a terminar las acciones de rehabilitación de la casa, para que un espacio pensado para una casa-habitación se convierta en un centro literario, a fin de ponerlo en marcha en la segunda quincena de abril, ya cuando se tenga bien desarrollado el programa de la casa, en sus líneas principales”, a decir de Geney Beltrán.
Los miembros del patronato de la FLM decidieron destinar nuevos recursos para el programa, de tal manera que las actividades de la institución no se vean menoscabadas, “sino que se abra una partida nueva para las actividades que se desarrollarán en la Casa Estudio”.
CLAVES
UBICACIÓN
La casa se ubica en el número 19 de la calle De la Loma, en la colonia Lomas de San Ángel Inn.
TERRENO
La superficie de terreno de la casa es de 260 m2 y la superficie de construcción de 280 m2.
DEUDA SALDADA
La deuda se saldó tras el éxito de la novela, pues Editorial Sudamericana mandó 500 dólares como adelanto de regalías.