Con teatros, escuelas y salas de ensayo cerradas por la emergencia del covid-19, las redes sociales han abierto una vía para que bailarines y maestros de danza continúen sus actividades.
A través de videos en redes sociales, las clases se han mantenido en el periodo de cuarentena, sin embargo, el esquema no es lo ideal para la enseñanza de la danza.
Los maestros Michael Chacón Sibaja, Charlie Martínez, que junto con Alma Guerra dirigen Entrelazando Puntas, y Koray García, quien radica en la Ciudad de México, hablan sobre cómo han mantenido sus sesiones vigentes a pesar de la cuarentena.
Mantener sus clases les permite contar con un ingreso económico, que en casos no es el mismo a una sesión presencial, mientras que al alumno le sirve para seguir con su acondicionamiento físico.
Las clases se ofrecen a través de Facebook, o bien, colgando videos en Youtube. También se utiliza la plataforma Instagram, además de los mensajes de texto para seguir en comunicación con alumnos.
Ventajas y desventajas
“Es algo nuevo para mí, mis clases siempre las daba de manera presencial. A la mejor algún consejo para un alumno, pero no a este nivel”, refiere Michael Chacón Sibaja, nacido en Costa Rica, pero radicado en Monterrey.
Como maestro de danza clásica, además de acondicionamiento físico y yoga en el proyecto Godline, Chacón Sibaja comenta que la modalidad de clases en línea le han permitido continuar recibiendo un ingreso económico en plena cuarentena por covid-19.
Los retos, señala, son que los alumnos mantengan su ritmo y fuerza física, buscando que el alumno avance, además de evitar una posible lesión.
Charlie Martínez comentó que el paro de actividades canceló Valentina Kozlova international Ballet Competition, que se realizaría del 15 al 19 de marzo en Nueva York, donde participarían alumnos de Entrelazando Puntas.
“Lamentablemente (la clase en línea) no es lo mismo que una presencial, para empezar por las limitantes del espacio, pero tratamos de adecuar los ejercicios para que sigan teniendo la misma carga muscular y se logren mantener entrenados sus cuerpos”, indica Martínez.
Como maestra, bailarina y modelo, Koray García ha vivido la contingencia desde Ciudad de México. Las clases en línea han servido para que alumnas y alumnos de Spazio Estudio de Danza mantengan su acondicionamiento físico.
“Sobre todo en danza te desentrenas muy rápido (...) tuvimos que hacer este proyecto de clases en línea, también en YouTube dejamos clases fijas que pueden hacer entre semana. Es algo cansado estar así, pero nos ha sido efectivo”, apuntó Koray García, egresada de La Superior.
Sin seguro médico
La falta de seguridad social o servicios médicos en la danza es una constante. La contingencia por la epidemia de covid-19 vuelve a poner el tema sobre las condiciones laborales de los artistas.
“No es algo que uno esté pensando, el tema de la salud. Si estás en una compañía profesional puede existir, pero quienes prestamos servicios a academias independientes, pues no te lo ofrecen”, agrega Michael Chacón.
Por su parte, Koray García refiere que es el propio bailarín quien tiene que correr con gastos médicos, ya sea para prevenir o atender una lesión.
“Somos un sector de la población muy vulnerable, trabajas y eso es lo que te pagan. Por ejemplo ahora, si te cancelaron proyectos pues no vas a tener pagos”, explicó.