La Sala Polivalente del Centro Roberto Garza Sada, de la Universidad de Monterrey (UDEM), acogió con auditorio lleno la presentación del libro La teoría de mis voces, de Mara Sepúlveda, mismo que cuenta con ilustraciones de la pintora Paola Celada, y prólogo de la directora de la Colección MILENIO Arte, Avelina Lésper.
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Bajo el sello de Editorial Resistencia, esta obra atrapa los sueños, las fantasías, el dolor y el duelo de Sepúlveda, en una conjunción artística con el talento de su amiga de la infancia, Paola Celada, sinergia que brinda a esta primera obra literaria de la autora un diálogo intenso entre las letras y la imagen, dando como resultado un libro de alta calidad en todos sentidos.
Para esta segunda presentación del libro, luego de una primera realizada en la Pinacoteca de Nuevo León, Sepúlveda, Celada y Lésper, presentadoras de la obra, coincidieron en cómo el arduo trabajo, la dedicación, el esfuerzo y la disciplina en el proceso creativo fueron la clave para culminar con éxito, y editado como un libro, lo que en un inicio fuera solo un diario personal de la galerista y ahora parte del mundo de las letras mexicanas.
En una velada llena de sentimientos, donde se hizo alegoría al estar vivos, al miedo a la muerte y en especial, al valor de una madre y un padre, Mara Sepúlveda destacó la rigidez que tuvo que vivir en este proceso creativo encabezado por Lésper, para poder introducirse al cien por ciento al mundo de sus ideas, pensamientos, y palabras.
En ese sentido, Avelina Lésper recalcó que es un mito que la creatividad aparece en estados alterados de la conciencia por algún tipo de sustancia, y enfatizó que el artista solo tiene que hacer lo que tiene que hacer, sin pensar en futuros lectores o críticos de su obra.
“Una cosa fundamental en el proceso creativo y lo he compartido con Paola y con Mara todo el tiempo es: ni piensen en el público ni piensen en los lectores; haz lo que tienes que hacer, y cumple con lo que tú necesitas decir”, remató.
Por su parte, Paola Celada recordó ante los presentes cómo a través de sus dibujos logró crear la metáfora visual de La teoría de mis voces, entre una diversidad de conexiones a la distancia con la autora.
“Todos los días había cosas bien extrañas, ya eran temas muy elevados, y fue muy interesante como la mente te lleva, cuando te exiges, a lugares que no pensabas y eso es muy padre”, compartió la artista plástica, sobre todo, a los estudiantes ahí presentes.