El tenor David Lomelí, reconocido en el mundo de la ópera por su creatividad y por ser un negociador de grandes contratos, es el primer mexicano y latinoamericano en ser nombrado director artístico de la Ópera de Santa Fe, en Nuevo México, cargo que asumirá el próximo 1 de mayo.
Sin dejar su responsabilidad como consultor artístico en la Ópera de Dallas ni de impulsar oportunidades para las mujeres directoras de orquesta, Lomelí alcanza con esta nueva responsabilidad, a la que llama “el trabajo soñado”, una posición importante en la historia de la ópera en Estados Unidos.
En entrevista con M2, David Lomelí asegura que para él es muy significativo regresar a la compañía fundada en 1956, en la que debutó como tenor. “Es un teatro muy especial, al aire libre, donde se organiza el festival de ópera de verano más importante de Estados Unidos, que, a nivel internacional, está muy cercano a los festivales de ópera profesional que hay en el mundo como Glyndebourne, Salzburgo y Baden-Baden”.
Lomelí se siente muy entusiasmado con este nuevo cargo en la Ópera de Santa Fe, pero también con una enorme responsabilidad porque continuará como consultor de casting en la Ópera Estatal de Baviera en Múnich, Alemania, una de las mejores casas de este género del mundo, que monta 50 producciones al año en cuatro escenarios.
“Es una increíble bendición que los equipos de Dallas y de Múnich me dijeran: ‘Sabemos que es importante para ti, que es una oportunidad que no debes dejar pasar, podemos encontrar una manera para seguir colaborando en la parte creativa’. En estos días necesito pellizcarme un poquito: he tenido una gran bendición, que es consecuencia de una disciplina de trabajo de 20 horas al día”, dice con una carcajada.
Lomelí nació en Ciudad de México, y creció en la ciudad de Monterrey, donde estudió las licenciaturas en Marketing Internacional y Ciencias Computacionales, mismas que junto con su talento, lo han llevado a concebir nuevas estrategias de programación para difundir la ópera. En estos momentos de pandemia, que los escenarios están cerrados, ha creado el TDO Network de la Ópera de Dallas, un canal de redes sociales que registró en 2020 la cifra de 70 millones de vistas.
¿Qué representa este nombramiento como director artístico de la Ópera de Santa Fe?
Tengo sentimientos encontrados: por un lado, de no creérmela mucho porque generalmente el negocio de la ópera ha sido tradicionalmente europeo y americano, que una casa con tanta historia e influencia dentro de la industria de la ópera le hayan dejado a un mexicano tener esta posición, me pone muy sentimental. Considerando que tuve que salir del país, que me ha costado una cantidad de sacrificios y de entender que algunas veces no he logrado tener cierta posición por el lugar de donde vengo. Por eso estoy muy orgulloso, el mundo está cambiando un poquito, nos están dejando pasar y ya están escuchando diferentes ideas como las mías.
Creo que la ópera necesita ser parte de la cultura popular, tiene que entrar a los medios digitales para diversificar su audiencia, y la única manera de hacerlo es rompiendo barreras.
¿Por qué es feliz?
¿Por qué soy feliz?, porque tengo uno de los mejores trabajos del universo. Yo escucho a los mejores artistas del mundo todos los días, en situaciones en las que nadie los puede escuchar, y los he llegado a ver en momentos vulnerables que difícilmente otra persona podría hacerlo.
Y ahora este trabajo, me permite que mi familia esté mejor, mi hijo Tomás de cinco años tiene necesidades especiales y en Santa Fe tendrá la atención médica que necesita. Cuando hago ese balance entre vida personal y la gran demanda laboral, y veo que puedo crear para todas las casas de ópera para las que trabajo, siento que me dieron el trabajo soñado.
Una trayectoria notable en el canto
David Lomelí hizo a un lado su carrera de tenor para dedicarse de lleno a la promoción de la ópera, aunque ganó el primer lugar en las categorías de ópera y zarzuela en el concurso Operalia de Plácido Domingo, en 2006. Además de actuar con la Orquesta Filarmónica de Berlín, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera y la Filarmónica de Los Ángeles. Asimismo, se presentó en el Festival de Glyndebourne, la Ópera de Los Ángeles y la Ópera de San Francisco.