El tesoro del barranco Agua Zarca, un botín custodiado por demonios

Las historias de los más viejos dicen que los forajidos son quienes resguardan los costales de dinero que un vez escondieron.

El tesoro sigue escondido en alguna parte del Valle de Bravo. | Especial.
Alfredo Félix
Estado de México /

En las inmediaciones del pueblo de Otzoloapan, perteneciente al Valle de Bravo,en el Estado de México, hay un barranco que baja del rancho de Agua Zarca donde se cuenta que existe un tesoro enterrado en la zona.

Cuentan las historias que una partida de ladrones escapaba dela justicia tras robar a personas de Temascaltepec , transportando lo hurtado en mulas cargadas con alhajas, onzas de oro y plata.

Los bandidos aquellos, viéndose perdidos y con las autoridades tras sus espaldas, decidieron descargar las mulas arrojando los pesados saco a una cueva que había en aquel barranco; después taparon con tierra para ocultar los bienes de sus perseguidores, teniendo la esperanza de que libres de ellos algún día podrían volver allí para desenterrar el tesoro.

Aligerados los animales los ladrones emprendieron con más velocidad la huida, aunque no fue suficiente, ya que los soldados que los perseguían les dieron alcance matándolos a todos cuando iban en la fuerza de la carrera.

Al ser identificados sus cadáveres, los agentes de la justicia se dieron cuenta de que ya no llevaban absolutamente nada de lo robado, abrigando la íntima convicción de que únicamente en el barranco que baja del Agua Zarca lo pudieron haber ocultado ya que todo el resto del camino era llano y parejo, no pudiéndolo haber abandonado allí.

Desde luego mucho se buscó el escondite, pero todo fue en vano, pues nunca se encontró. Pasaron muchos años de aquel suceso, pero su memoria no pereció, porque de generación en generación se iba renovando el recuerdo, y sobre todo en las personas más ancianas había la plena seguridad de que ese tesoro continuaba enterrado, pues no había sido descubierto por nadie.

Entre estas personas había tres, cuyos nombres eran: Antonio Sánchez, Juan Hernández y Rafael Flores, los dos primeros originarios y vecinos de San Martín Otzoloapan y el último de Valle de Bravo.

Convencidos de ser capaces de encontrar el un gran botín determinaron irlo a buscar con todo empeño, y para el efecto invitaron al Primo Castillo de Valle de Bravo, hombre decidido y de un valor casi temerario.

Hechos todos los preparativos se encaminaron, ya en el lugar comenzaron a escarbar en un lugar que creyeron más seguro. Cuando hacían esta operación escucharon unos quejidos huecos que salían de la tierra; los oyó primero Primo Castillo, y también los demás acompañantes, quienes poseídos de terror y acobardados, se dieron a la fuga.

Dos veces más fueron y en ellas también volvieron a oír los lúgubres quejidos que les impedían proseguir su trabajo y que les hicieron comprender que el demonio estaba apoderado de esas riquezas y no permitía que las sacaran.


En cierta ocasión Antonio Sánchez llevó un rosario bendito y se lo colgó en el cuello creyendo que con aquella prenda el demonio los dejaría trabajar, pero no fue así, porque cuando menos pensaron, el del rosario sintió que se le acercaba un hombre que había aparecido, y cuando llegó a él, lo saludó dándole las "buenas tardes"; diciendo esto le arrebató el rosario y desapareció en la medianía de la barranca. Tan raro suceso los desconcertó e hizo que emprendieran la fuga.

Pero aquellos hombres estaban decididos a todo, y aunque se apoderaba de su ánimo un temor natural, en otra ocasión fueron de nuevo en busca del ambicionado tesoro, y entonces una extraña aparición les trastornó sus mentes, al ver que en un tepeguaje estaba un mono negro con un sombrero que casi le tapaba la cara y al acercarse a ellos se reía a carcajadas.

Creyeron firmemente que era el demonio, y Antonio Sánchez que era el más piadoso de todos, rezó el Magnificat, el mono se esfumó, pero a poco tiempo volvió a salir cuando salían de una cantin;  aquellos hombres amedrentados por esas muestras misteriosas y sobrenaturales, huyeron y ya no volvieron a presentarse más en aquel lugar.

¿Tú te animarías a buscar el botín que esconde la Barranca de Agua Zarca?

BAFG​


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