Durante los últimos diez años Tryno Maldonado se dedicó a escribir una novela que terminó en más de mil páginas, por lo que tuvo que desarrollar un proyecto editorial que colocó en Kickstarter para que los lectores lo apoyaran económicamente y pudiera publicarla.
Los demonios es una novela que se compone de seis libros que están agrupados en tres volúmenes de 450 páginas cada uno; el primero salió a la venta en Amazon y se realizó un pequeño tiraje en formato físico.
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En entrevista, el escritor habló de los retos de una novela con dichas características y de publicar al margen de las editoriales comerciales.
—¿Es como un acto de rebeldía literaria?
Yo lo veo más como un acto de liberación o de emancipación, más que contra las editoriales grandes o multinacionales. Además, la novela ya implicaba un riesgo por su tamaño para una editorial. Creo que es la libertad de poder elegir tus temas, escribir a tu ritmo: yo buscaba eso. Tomé la inspiración de organizaciones de autogestión y de las formas anarquistas que hay en Oaxaca.
—Veo que pediste apoyo a tus lectores
Sí, al final me di cuenta que estábamos generando una red que fue soportada en lectores y lectoras, ellos fueron quienes me dieron su voto de confianza y me dio mucha alegría. Fue muy interesante como ejercicio, no sé si nuevo, pero distinto al que estamos acostumbrados. Tengo la sensación de que es una novela construida por lectores…. ellos fueron los que confiaron en el proyecto.
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En Los demonios se cuenta la historia de Ismael, un joven médico que llega a una mina extranjera en algún punto de la Sierra Norte de Oaxaca. Ismael se debate en cada tramo de su viaje de descubrimiento no solo con el lenguaje castellano en tensión con su lengua materna, sino también con un consolidado sistema de castas que lo llevará a tensar su problemática estancia hasta las últimas consecuencias.
—Publicaste en editoriales importantes y ahora decides salir del “edén literario” para auto publicarte.
Como dicen algunos compañeros y compañeras: ‘la lucha es algo que no eliges, es un camino que muchas veces no eliges, sino que terminas abrazándola por necesidad. En este caso, los nuevos modos editoriales, son una forma también de ir arando ese nuevo caminito. Lo que me hizo decidir por otro camino fue la extensión y el tema de la novela, vi que difícilmente tenía cabida en editoriales multinacionales; es complicado que una editorial arriesgue por proyectos que parecerían que ya no están de moda, ahora le apuestan mucho a la brevedad y a proyectos que saben van a redituar.
—Una novela de mil páginas no es cosa sencilla.
Desde joven siempre quise escribir una novela que pensaba, digo, sin ánimos de compararme, como Moby Dick, Las uvas de la ira o las novelas de Dostoievski, que abarcan o condensan una época en algún tema. Yo siempre quise abordar el tema de la minería en el México contemporáneo y pues la novela fue lo que me pidió
—¿Cómo construyes las novelas?
Hay una columna vertebral que atraviesa los tres libros y lleva un orden cronológico. La novela tiene como una estructura espiral, son los mismos personajes que sostienen toda la trama. Decidimos dividirlo en 450 páginas cada volumen, pero tú puedes leerla de corrido. Mi primera regla es no aburrir a los lectores y espero cumplirla.
—Un joven médico en la sierra…
Cuando pensé en la novela era muy lector de Albert Camus y pensaba en La Peste, donde un médico es quien puede jalar todos los hilos del abanico de una sociedad. La figura del médico, como la del profesor en las comunidades, suele tener acceso a todos los estratos de la sociedad y que el narrador sea un médico es un eje que puede abrir a las múltiples capas que tiene la novela.
—¿Es la gran novela en tu carrera como escritor?
Compleja, sí. Hubo muchos riesgos que correr en varios niveles, desde salir del circuito comercial, el proceso de la escritura. Son novelas que llaman ‘río’, novelas totales y muy voluminosas, fue demandante y es lo más retador de todo lo que he escrito y a nivel estético. Es la novela que siempre quise escribir.
—Pese a todos los obstáculos, te veo emocionado
Siempre es como volver a empezar. Siento la misma emoción como si estuviera ofreciendo mi primer libro de cuentos que escribí a los 23 años llevándolo en una caja y repartiéndose de mano en mano. Como ese proceso punk ya lo hice, entonces no me asusta. Ahora es ver si le interesará a alguien, siento que es como poner un mensaje en una botella y mandarla al mar y ver qué pasa.
El autor Tryno Maldonado nació en Zacatecas en 1977, pero vive desde 2006 en la ciudad de Oaxaca, donde ha desarrollado la mayoría de su obra literaria. Ha publicado el libro de relatos Temas y variaciones (2002), las novelas Viena roja (Joaquín Mortiz, 2005); Temporada de caza para el león negro (Anagrama, 2009) finalista del XXVI Premio Herralde de Novela; Teoría de las catástrofes (Alfaguara, 2012); el libro de relatos Metales pesados (Alfaguara, 2014) y Ayotzinapa. El rostro de los desaparecidos (Planeta, 2015)
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