Le distingue su capacidad para jugar con elementos de la cultura mexicana: la nariz roja, los títeres y la cámara negra. Durante 36 años, la compañía teatral La Trouppe, dirigida por Sylvia Guevara y Mauro Mendoza, ha luchado por dignificar las producciones infantiles, así como el trabajo de payasos y titiriteros.
“Durante la década de los ochenta era impensable ver este tipo de actores dentro de la escena teatral; se les relacionaba con el circo y con personajes callejeros incapaces de trascender en el medio", cuenta Guevara en entrevista para MILENIO. “Hemos tenido que abrir caminos; en la actualidad, por ejemplo, ya hay más propuestas de teatro clown. No obstante, los espectáculos infantiles continúan siendo relegados”, añadió.
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En México, el teatro para niños se enfrenta a múltiples barreras. En primer lugar, las escuelas de actuación no cuentan con dicha especialización, y apenas hace unos años, el Centro Universitario de Teatro (CUT) lo agregó como asignatura en su plan de estudios. Además, el costo de las funciones, en comparación con las obras para adultos, es relativamente barato, además de que el mobiliario es utilizado de manera restringida y se anuncia en las marquesinas más pequeñas.
“Durante once años, el teatro Isabela Corona, en Tlatelolco, ofreció exclusivamente una cartelera infantil. Hoy, La Titería, de la compañía Marionetas de la Esquina, es el único foro en la Ciudad de México que cuenta con esta alternativa”, dijo Mendoza.
Con la implementación del Programa de Teatro Escolar, del INBA, alumnos de educación básica realizaban visitas escolares a distintos teatros: “Anteriormente se contemplaban más de mil funciones por año; en la actualidad el programa ya no existe y, tanto por los recortes presupuestales como por cuestiones de permisos, se ofrecen apenas cerca de cien montajes anualmente, lo cual indica un retroceso en la educación y la difusión de actividades culturales para niños”, agregó Mendoza.
La compañía presentará su espectáculo La Artesteada Trupetera, con el cual evocará la pintura, la danza, la música, la escultura y, con una fórmula secreta —Vita Trup—, payasos y títeres transportarán al público hacia un escenario medieval, cargado de desafíos y diversión.
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“La idea surgió tras una gira que realizamos hace tres años en la zona caliente de Michoacán. Con el espectáculo Sketchando queríamos generar una catarsis, hacer que la gente olvidara momentáneamente la tensión ocasionada por el narcotráfico y las autodefensas, y lo logramos. Solemos saber los momentos dentro de la obra en que hay risas, pero hubo diversión exagerada”, explicó el director.
A partir de esa experiencia, La Artesteada Trupetera fue ideada como una fábula que reflexiona sobre la importancia de las bellas artes y el conocimiento.
“Esto no es una clase; simplemente tomamos un tema complejo y, a través de los títeres y actores, lo hacemos fácil de asimilar, tal como ocurre con las caricaturas de los periódicos. La risa cura y al mismo tiempo da un mensaje contundente”, aseguró Guevara.
El teatro de La Trouppe no es infantil sino familiar: “Querernos que la gente se divierta; si después de la obra investigan, por ejemplo, quiénes son las musas del arte griego, quién es Miguel Covarrubias o se meten a estudiar danza, qué bueno. Habremos dejado en ellos la curiosidad".
La Artesteada Trupetera se presentará todos los domingos, del 23 de abril al 9 de julio, a las 13:00, en el Centro Cultural Helénico.
ASS