Ginette Kolinka da su testimonio sobre el horror nazi y supervivencia en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, donde en 1944 fue deportada junto con su padre Léon Cherkasky, su hermano pequeño y su sobrino. Con Regreso a Birkenau (Seix Barral), a sus 94 años, la autora rompe el silencio, porque nunca será tarde para reflexionar este horror y porque da una alerta sobre el riesgo que supone que las generaciones posteriores se apropien de la memoria. Relato en colaboración con Marion Ruggieri con un tono desgarrado, pero siempre con atinada esperanza: “Yo tengo una muerta. Mi propia muerta. Se cae sobre mi hombro, la enderezo, se vuelve a caer, y vuelvo a enderezarla, ¡me saca de quicio! Pero no me desprendo de mi muerta, la conservo como oro en paño” (pág. 62). Luego de 55 años volvió a Birkenau, con ese recuerdo de gente deambulando, pero ahora es diferente, con la tristeza de que los visitantes puedan imaginarse otra cosa, “ya no hay barro. Y tampoco un alma”.
Álvaro Briones aborda en Perseguidos (Emecé) una intriga política que parte de Chile y que se detiene en México. Juan Martínez es el protagonista de esta obra, quien funge como agregado comercial de la embajada chilena, pero la nueva vida que busca se trunca debido a un secuestro y un montaje televisivo en que se ve envuelto. Pero aquellos recuerdos que lo persiguen tras los horrores que sufrió durante la dictadura militar de Pinochet parecen no terminar cuando acude a alguien que lo torturó durante el golpe de Estado, para ayudarle en este caso que además involucra a un joven ex guerrillero. Todo lo demás es desenvuelto con escalas internacionales y una narrativa que se adentra en los submundos de los intereses del poder.