Lucía Vidales: “La pintura es un camino con preguntas interminables”

Edición Fin de Semana

El Museo Cabañas presenta una exposición de la artista, cuya obra ha sido reconocida por el crítico estadunidense Barry Schwabsky

Lucía Vidales, pintora mexicana. / Cortesía
Ciudad de México /

La obra de Lucía Vidales tiene la fuerza para hablar por sí misma; sin embargo, la artista mexicana reconoce que el hecho de que el reconocido crítico Barry Schwabsky se viera atrapado por su paleta y su lenguaje ha sido una buena carta de presentación.

Egresada de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, Vidales actualmente exhibe su obra en el Museo Cabañas (Guadalajara), en la que se adentró en el lenguaje de José Clemente Orozco, particularmente en su representación de la figura humana por medio de su interpretación, de primera mano, del acervo gráfico del muralista. De ahí resultó la muestra El fuego que no produce, abierta hasta el 28 de enero.

“Orozco es un gran pintor entre otras cosas porque es un gran maestro en muchos aspectos, de los torsos, de las manos y de todo el cuerpo. Debo decir que no había descubierto su trabajo, que me hace pensar al cuerpo de una manera nueva y diferente. Al mismo tiempo me dio la posibilidad de descubrir también la tragedia, el dolor y el pesimismo, motivándome a seguir trabajando arduamente”, cuenta Vidales.

La creadora dice en entrevista con MILENIO que está a punto de empezar a trabajar un proyecto para la Bienal Femsa y que prepara otra exposición individual de pintura en Ciudad de México para 2024. También dice que en 2025 regresará a Nueva York dispuesta a conquistar la ciudad.

“Para mí la pintura ha sido un camino con muchas preguntas interminables, siento que es mucho más grande que yo pero al mismo tiempo es algo que se debe cuestionar de manera constante”.
Lucía Vidales, artista mexicana. / Cortesía


Frente a tantas disciplinas artísticas y el uso de la tecnología, ¿por qué tu interés por la pintura?

La pintura no es sólo una forma más de hacer imágenes. Me interesa sobre todo la relación que existe en ella, si hablamos del cuerpo y la materia, así como los procesos que permite y que son de transformación, de lo sólido, de lo líquido, está incluso la relación con el color, la cual es muy distinta en lo digital, pues es plana. Por ejemplo, yo trabajo la pintura con transparencias y capas de diversos materiales.

La pintura cuenta con un proceso que para mí está muy vinculado con el clima y el tiempo, que nos ayudan a que sequen los materiales, lo que me hace pensar en dicho diálogo de transformación.

Me interesa la relación que he establecido y cómo logro generar imaginarios rompiendo con el tiempo para poder establecer una relación con los pintores del pasado.

¿Se puede vivir de la pintura?

Híjole, yo ahorita doy clases también, trabajo en la Universidad de Monterrey. Para mí en la parte económica es importante tener este otro trabajo. Además de que disfruto mucho dar clases, sí es importante para mí no depender cien por ciento de las ventas porque es fácil entrar en una dinámica en la que quizá la obra empieza a subordinarse a un mercado, el cual, hay que decirlo, está cambiando todo el tiempo, como lo hacemos también los artistas.

Lucía Vidales a los ojos de Barry Schwabsky

Para hablar del trabajo de Lucía Vidales, no se puede pasar por alto la opinión del crítico de arte Barry Schwabsky, a quien atrapó con sus trazos y el mensaje de su pintura. Al ver su obra a través de un ventanal, quiso entrar a una galería de Nueva York que no conocía.

Interesado por la propuesta de la artista mexicana, Schwabsky ha narrado que cuando paseaba por Orchard Street en Lower East Side, pasó por un escaparate en el que no esperaba encontrar una galería, y al mirar por la ventana vio una pintura que a su parecer “se veían bien”, por lo que se decidió entrar.

Ese sitio resultó ser el nuevo hogar de Proxyco Gallery, dirigida por la mexicana Alexandra Morris, asesora de arte, y la colombiana Laura Sáenz, cuya aspiración es promover el papel del arte latinoamericano en los movimientos artísticos internacionales.

Schwabsky descubrió un lugar especializado en arte de América Latina que había visitado anteriormente en un antiguo barrio más pequeño, hacia el este, en Suffolk Street.

La apuesta de Proxyco Gallery resultó; el historiador del arte y también poeta escribió en The Nation sobre los elementos que lo atrajeron para cruzar la puerta.

“En las pinturas había colores pálidos y luminosos que presagian cuerpos ectoplasmáticos distorsionados, fragmentados, dispuestos en ambientes cerrados y, sin embargo, de alguna manera no claustrofóbicos. Esto claramente era el trabajo de un artista con un toque bellamente ligero pero contundente en el dibujo, alguien experto en registrar matices de sensación sin énfasis excesivo ¡y con sentido del humor!”

Al estar frente a la obra, el crítico de arte se dio cuenta de que esa propuesta plástica en la que encontró un potencial expresivo poco común, era de una mujer: Lucía Vidales, artista nacida en 1986 en Ciudad de México, con residencia en Monterrey.

En general, en su crítica periodística publicada el 19 de mayo de 2021 escribió: 

“Hay cierta ansiedad y depresión codificadas en los lienzos de Vidales, pero en su mayor parte están atenuadas por una ingeniosa timidez y combustible para un ardor contagioso”.


evt

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.