La actriz Luisa Huertas considera “cierre de un ciclo” su regreso a Bellas Artes para la función especial del filme de Julián Robles Estoy todo lo iguana que puedo (2022); y con ella también vuelve el cine mexicano al máximo recinto cultural del país, de la mano de la ganadora del Ariel y de otros dos galardonados.
La cinta, producida por Matthias Ehrenberg y filmada en Chiapas, después de su estreno mundial en octubre pasado durante la trigésima edición del festival londinense de Raindance, se presentará este sábado 4 de febrero, a las 19 horas, en el Palacio de Bellas Artes, en una proyección sonorizada en vivo por la Orquesta Filarmónica de la Secretaría de Marina, Tambuco Ensamble y Marimba Nandayapa.
“La primera obra grande, seria, que hice fue en 1969, en el Palacio de Bellas Artes, Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare, dirigida por el maestro José Solé. La hice cuando prácticamente estaba saliendo de la escuela de teatro del INBA. Mi vida ha girado mucho en torno a Bellas Artes, así que la exhibición de Estoy todo lo iguana que puedo es una especie de cierre de círculo, no porque esté diciendo ‘ya se acabó’, yo espero hacer una obra de teatro ahí otra vez.
Me refiero a que se reúnen cosas que me apasionan: la primera, el teatro; el cine me encanta. La obra está basada en El eclipse, la obra de Carlos Olmos, que fue compañero mío de la escuela, en paz descanse. Es muy bello regresar a Bellas Artes con un producto cinematográfico de mucha calidad que muestra una vez más lo que es el cine mexicano”, expone con emoción Huertas, que en 2021 recibió un homenaje por sus 50 años de trayectoria y en 2022 la Medalla Bellas Artes del año 2020.
“Será una función espléndida, con música en vivo. La película nos va a enseñar la necesidad de ser respetuosos de la identidad de las personas, de estar abiertos a los cambios, a la importancia del amor, no sólo el romántico sino también el intrafamiliar, y de la importantísima necesidad de comunicarnos entre los seres humanos”, adelanta Huertas, quien encabeza el elenco que incluye a Dolores Heredia y a los ganadores del Ariel 2022, Kristyan Ferrer (Los minutos negros) y Mayra Batalla (Noche de fuego).
Personaje entrañable
También homenajeada a finales del año pasado en Bellas Artes en el contexto de la conmemoración del medio siglo de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), la primera actriz destaca que en su carrera cinematográfica de casi 40 títulos siempre ha trabajado con directores que “saben hacer equipo”, como Carlos Carrera, Arturo Ripstein, Jaime Humberto Hermosillo; es su primera colaboración con Robles, con quien la atan amistades como la poeta Margarita Villaseñor y el dramaturgo Olmos.
“Es un papel precioso. Soy la abuela de una familia muy unida, tradicional, conservadora, trabajadora, que se ve afectada por la muerte del hijo mayor. Vienen a vivir a mi casa mi nuera y mis nietos, es una familia que tiene un restaurante frente a la playa donde ha vivido siempre. Es el desarrollo de ese núcleo familiar, las cosas que pasan con las nuevas generaciones, los problemas que vivimos en todo el país, en cuanto a los cobros de piso, etcétera”, refiere Huerta tras destacar que la película tiene algunas adecuaciones respecto de la obra de Olmos que se estrenó en El Granero en los años noventa.
“Todo gira en torno al alboroto que hay en el pueblo porque va a haber un eclipse y porque han llegado turistas, ya que se ha dicho que en esa playa se va a ver bien el eclipse solar. La pieza de Olmos fue una obra muy, muy adelantada a su tiempo, que sigue estando muy vigente. Ahora, al llevarla al cine, quedó espléndida. Y en esta función toda la música original de la película será interpretada en vivo”, refiere.
Para la actriz y directora del Centro de Estudios para el Uso de la Voz, Estoy todo lo iguana que puedo se inserta dentro de la tradición de cinematografía mexicana de calidad.
“Su título es muy largo, y se me hace muy sugestivo, procede de un poema de Carlos Pellicer que se menciona en la película. Nos muestra un México real, una familia mexicana que seguramente se repite en centro y norte. La película se hizo antes de la pandemia, de hecho fue premonitoria con lo que ocurrió después. Y estamos teniendo un resultado muy satisfactorio de lo que es el cine mexicano, en el que hay mucho talento en este país; reúne un elenco maravilloso, en el que participamos tres generaciones de actores. Y todo eso le da mucho atractivo a la película”, subraya Huertas, quien recuerda con pesar que el fotógrafo dominicano Claudio Chea falleció después de concluir el trabajo.
Una de Disney
La anterior película que se presentó en el salón principal de Bellas Artes fue la hollywoodense Coco, producida por Disney-Pixar, en octubre de 2017. Sin embargo, el cine, y en particular el mexicano, ha sido marginado históricamente del máximo recinto cultural del país.
jk